En muchos países de la Unión Europea los casos de COVID-19 están aumentando. Como resultado, algunos gobiernos han decidido restricciones a la vida social. Acá, una panorámica general.
Alemania: sin relajamiento en Pascuas
Angela Merkel quiere medidas más estrictas en la lucha contra el coronavirus, pero los representantes de los 16 estados federados de Alemania no se han puesto de acuerdo hasta ahora para establecer un confinamiento a nivel nacional. En su última reunión, se limitaron a prorrogar las medidas actuales hasta el 18 de abril.
La prevista «pausa de Pascua» que iba a rebajar las medidas durante Semana Santa fue descartada. No se permiten reuniones de más de cinco personas de dos hogares diferentes y es obligatorio en transportes públicos y comercios el uso de tapabocas sanitario. Un «freno de emergencia» garantizará el endurecimiento automático de las medidas si la incidencia semanal en una región sube de 100 infecciones por cada 100.000 habitantes.
Francia: en el tercer cierre
El presidente Emmanuel Macron anunció el tercer cierre a nivel nacional a finales de marzo. Las normas, que se aplicaban ya en varias regiones, se extienden a toda Francia durante cuatro semanas. Es decir: comercios cerrados, toque de queda a las 19 horas y tres semanas de vacaciones en los colegios, en lugar de dos, por Semana Santa.
Bélgica: peluquerías cerradas de nuevo
Para comprar en Bélgica, salvo en comercios esenciales, hay que pedir cita previa. Escuelas y universidades permanecerán cerradas tres semanas. Las peluquerías y esteticistas están cerrados. El plan es flexibilizar las normas el 19 de abril.
España: tapabocas obligatorio en la playa
En España, a partir de ahora, tanto locales como turistas deben llevar protección bucal en todo el país, incluso al aire libre. Muchas regiones restringen la movilidad interna de sus ciudadanos en Semana Santa, mientras los viajeros del extranjero sí pueden viajar, por ejemplo, a Mallorca.
Desde muchas regiones de España no se puede viajar a Mallorca, pero desde Alemania, por ejemplo, sí.
Portugal: hacia la reapertura
El estado de emergencia sigue vigente hasta el 15 de abril, después de un fuerte aumento de las infecciones durante el invierno. A medida que las cifras fueron bajando, el gobierno portugués ha ido suavizando las duras medidas desde mediados de marzo. En abril se reabrirán museos, cines, teatros y comercios si la situación lo permite.
Grecia: solo con un buen motivo
Las estrictas normas nacionales seguirán vigentes en Grecia al menos hasta el 15 de abril. Hay toque de queda a las 21 horas salvo para ir al trabajo, citas médicas, hacer ejercicio o pasear al perro. Quienes viajan al país se deben someter a test y a normas de cuarentena.
Bulgaria: comida al aire libre
Aunque el número de contagios sigue siendo elevado, el gobierno ha relajado las normas en el país a partir del 1 de abril. Así, los búlgaros pueden volver a sentarse en las terrazas de los restaurantes. También se permitirá la reapertura de los cines, pero con menos espectadores. Guarderías y escuelas reabrirán este mes.
República Checa: tres son multitud
Hace poco, República Checa era el país con la mayor incidencia semanal de casos de covid del mundo. El más alto de los cinco niveles de alerta está vigente en todas las regiones. Solo se permite que se reúnan un máximo de dos personas si no son de la misma familia. Restaurantes, comercios no esenciales, cines y museos están cerrados. Además del toque de queda nocturno, también se prohíbe salir del lugar de residencia. Se permiten bodas o funerales de hasta 15 personas.
Hungría: en pausa
Hungría también se ha visto muy afectada. Prácticamente solo se permite la entrada al país de ciudadanos húngaros que retornen. Para los alemanes, por ejemplo, la entrada es casi imposible. Además del toque de queda a partir de las 20 horas, se cierra todo lo que no se considera esencial. Las bodas pueden celebrarse con los familiares más cercanos; los funerales, con un máximo de 50 participantes.
Suecia: relajada en comparación
Desde el comienzo de la pandemia el país escandinavo ha seguido un rumbo propio, con muchas recomendaciones, pero pocas prohibiciones. A principios de enero, el gobierno tomó medidas más contundentes, aunque leves en comparación con otros países de la UE. En los restaurantes se permite un máximo de cuatro personas por mesa. Se pueden reunir hasta ocho personas. Y las tiendas y los alojamientos turísticos están abiertos.