Inipay: un dispositivo para procesar pagos en lugares sin Internet

Inipay es un dispositivo de radiofrecuencia que puede vincular un celular o posnet sin acceso a Internet con una antena que sí tenga conectividad, distante a 16 km, para permitir el uso de billeteras digitales y pagos con tarjeta.

En el país, según datos del Banco Central, ya existen al menos 8 millones de usuarios de billeteras móviles. De acuerdo a un reporte de Minsait Payments, la Argentina es el país de la región en el que la adopción de billeteras virtuales más rápido crece. Por la crisis sanitaria, por comodidad, por reunir todo (dinero, inversiones, pago de servicios) en un mismo dispositivo, lo cierto es que, según el mismo reporte, el 66% de la población bancarizada en el país aumentó en 2020 su uso de billeteras virtuales o distintos tipos de medios de pago digitales.

Pero estas posibilidades que se abrieron suelen chocar con otros problemas; por ejemplo, la baja conectividad que muchas veces existe en el país y que afecta tanto a usuarios como comercios a la hora de cobrar. Y esto no incluye solo a billeteras: también que un dispositivo de cobro con tarjetas físicas -el clásico posnet- se conecte para verificar los pagos, incluso en los lugares sin conexión.

Esa es la idea con la cual la empresa argentina Inipop la misma que en su momento desarrolló el primer auto eléctrico en el país, y que a comienzos de la pandemia estuvo entre las primeras en crear un sitio para saber si alguien había viajado en un vuelo con pasajeros infectados de coronavirus– desarrolló un dispositivo (Inipay) que brinda conectividad para que comercios puedan procesar esos pagos, aún si no la tuvieran ya sea por falta de cobertura, por aglomeración de dispositivos o porque su operador no funciona correctamente en la zona. Básicamente, el celular o el medio de pago se conecta por Bluetooth al Inipay.

De allí, “viaja” por radiofrecuencia a otro dispositivo, que puede estar a 16 kilómetros de distancia y que sí tiene conexión. A partir de esa conectividad es que puede procesar un pago y devolver el resultado, también por radiofrecuencia. Y cobrar.

Una antena receptora, con acceso a Internet, que vincula el inipay conectado a un celular o posnet, y que puede estar a una distancia máxima de 16 km
Una antena receptora, con acceso a Internet, que vincula el inipay conectado a un celular o posnet, y que puede estar a una distancia máxima de 16 km. 

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Según Enrique Cortés Funes, CEO de la empresa, esto tiene muchas oportunidades porque funciona como una “infraestructura paralela”, que podría servir para “lugares de poca conectividad, para la venta ambulante, y, como no compite con el flujo de datos normales (cuando mandás un video o una foto) puede ayudar, por ejemplo, en recitales o en lugares de amplia concentración de gente, obviamente para el post covid”, señala. Sobre esto último, las empresas podrían tener un convenio para que, aún en saturación, las apps de los usuarios también puedan funcionar para efectuar estos pagos. Además, señala que hay al menos 309 ciudades de hasta 100 mil habitantes con problemas de conectividad en el país.

“Los datos financieros -aclara Cortés Funes- viajan encriptados y seguros”, agrega. Hasta el momento, la empresa viene desarrollando el sistema de cobros en distintas partes del país, siempre con socios. Pero todavía queda un universo grande por cerrar; quienes podrían estar interesados en su producto, más allá de comercios, son las propias billeteras digitales, fintech o bancos, que quieren que más gente utilice el servicio. “La competencia es contra el efectivo”, señala Cortés.

En este sentido, Cortés imagina otros usos a futuro de esta infraestructura que permite el envío de un dato gracias a la extensión de la conectividad por radio frecuencia. “Puede ayudar a ofrecer botones de pánico”, asegura.

Por ahora, el modelo de negocio del dispositivo es “sponsoreado” por empresas financieras y bancos (quienes se benefician con los cobros en lugares de poca conectividad). Pero por fuera, el costo es de una tarifa fija de 2000 pesos para los comercios más el sintonizador, que cuesta 40 dólares por única vez. Ya están trabajando en conjunto con pequeñas cooperativas y empresas locales, desarrollando la red de usuarios.

 

VIALa Nación