El Ministerio de Ciencia, la Agencia I+D+i y el CONICET, organizan un ciclo de encuentros sobre tecnologías para la transición energética. La semana pasada se dio “El potencial y los desafíos científico-tecnológicos para el desarrollo de la cadena de valor del H2 en la Argentina”. El énfasis estuvo en la cooperación Internacional y el marco regulatorio del hidrógeno y contó con la participación de miembros del Instituto Fraunhofer para Gestión y Tecnología de Sistemas de Energía de Alemania (Fraunhofer IEE).
Desde AgendAR valoramos el esfuerzo que el gobierno está volcando en la promoción de nuevas tecnologías –el futuro de nuestro país pasa por ahí– y trataremos de acercarles el material de estos encuentros. Por ahora, y como el uso extensivo del hidrógeno requiere todavía de algunos avances técnicos en almacenamiento y logística, volcaremos aquí elementos de interés inmediato para la producción que hicieron los funcionarios presentes.
Empezamos -es inevitable- por las afirmaciones del ministro de Economía, Martín Guzmán. Recordó que para financiar la transición energética es indispensable contar con recursos impositivos y condiciones de crédito adecuadas.
“En lo que respecta a los recursos impositivos, en estos días está habiendo un debate de mucho valor en la previa de la reunión de ministros de Finanzas del G20, que se va a realizar en Italia la semana próxima (en Venecia, el 9 y 10 de julio), para consensuar una tasa impositiva mínima global junto a un esquema para distribuir los beneficios que ello implique en términos de recaudación”.
Guzmán remarcó que el debate que viene llevando adelante el G20 “permitirá abordar uno de los aspectos más tóxicos que ha tenido la globalización en cuarenta años, que es la elusión impositiva por parte de las corporaciones multinacionales.
«Buscamos avanzar de una forma que le permita a los Estados tener los recursos para generar más conocimiento y transformaciones productivas de cara a un mundo sustentable. Esperamos tener noticias buenas en la reunión del G20 en la dirección deseable para contar con más recursos a nivel global”.
Sobre los préstamos aseguró que “las líneas de crédito de los bancos multilaterales de desarrollo y los organismos multilaterales en general necesitan ser modernizadas, son líneas de crédito que se pensaron para otro momento de la humanidad. Los dos grandes problemas que hoy la humanidad enfrenta son el cambio climático y la desigualdad. Son problemas que requieren políticas para generar un acceso al conocimiento mucho más abarcativo y transformaciones productivas sustentables que requieren financiamiento con plazos más largos y tasas más bajas que las que hoy los países en vías de desarrollo podemos acceder. En el seno del multilateralismo Argentina está trabajando para construir consensos a nivel internacional que permitan avanzar en la dirección de tener mejores condiciones”.
El ministro de Ciencia, Roberto Salvarezza manifestó “la necesidad de identificar un proyecto insignia, lograr que avance y que demuestre a las distintas empresas todas las posibilidades que se generan en torno al hidrógeno».
El ministro de Ambiente Juan Cabandié resaltó que “la economía y el medioambiente no pueden contemplarse de forma separada. Cuando pensamos en los dólares que tenemos que conseguir para pagar el vencimiento de la deuda, debemos poner especial foco en la necesidad de generar un canje de deuda por acción ambiental que, a fin de cuentas, se traducirá en una compensación en pos del beneficio de toda la humanidad”.
Canje de deuda por clima
Hoy la transición energética afecta a toda la humanidad. Sin embargo, cuando uno verifica los aportes de los países en vías de desarrollo como Argentina en cuanto a la contaminación de carbono, es mucho menor a la de los países desarrollados. Aún así, las demandas de reconversión de la matriz energética que se imponen son iguales o más exigentes por las circunstancias de crisis y escenarios complejos que caracterizan a los países menos desarrollados.
“Es un reclamo de Argentina que los países industrializados que aportan más a la contaminación global, los bancos multilaterales y los fondos internacionales acompañen por medio de flujos a tasa subsidiada o a partir de un canje de deuda por clima que permita hacer frente a la deuda financiera con fondos volcados a la transición energética. Es un planteo que se está estudiando y tiene que ser una posibilidad, porque más allá de la deuda financiera está la deuda climática que todos los países tenemos con el planeta”, plantean desde la secretaria de Asuntos Estratégicos.
La apuesta por el hidrógeno
La Ley de Hidrógeno que data del 2006 está próxima a expirar y prima la intención de actualizarla para que refleje la actualidad internacional, la política activa por parte del Estado y recoja, además, las inquietudes del sector productivo para seguir siendo eje del desarrollo del hidrógeno limpio producido a partir de energías renovables.
En lo concreto, la estrategia de hidrógeno 2030 que impulsa el gobierno se enmarca en un proyecto de ley que se espera elevar al Congreso a fin de año. A partir de los estudios respecto del potencial tecnológico, científico y exportable del hidrógeno que están llevando adelante los distintos ministerios, la Agencia Nacional de promoción de la Investigación para el Desarrollo y la Innovación (I+D+i) y el CONICET, la idea es avanzar en un primer borrador que cuente también -y fundamentalmente- con la participación del sector privado a través del Consorcio H2AR conformado por más de 40 compañías.
También desde la secretaría de Asuntos Estratégicos apuntaron que “se está avanzando en la identificación de proyectos piloto de hidrógeno verde para la industria ferroviaria, la industria naval (en lo que concierne tanto a buques pesqueros como a buques de carga), para el transporte público y la electromovilidad”, y resaltaron que “se espera que las iniciativas concretas salgan a la luz en los próximos meses, una vez superada la instancia de evaluación de factibilidad”.
Alianzas internacionales
Fernando Brun, coordinador de Relaciones Internacionales de la Secretaría de Asuntos Estratégicos, sostuvo que “estamos mostrando un ejercicio público-privado que es ejemplar y tiene la capacidad de llegar a otros puntos del mundo no solo con una visión clara sino también con un trabajo ya realizado que permite encarar la dinámica internacional, ya no para aprender de los caminos recorridos de los países extranjeros, sino para establecer sociedades con ellos”.
“Las realidades que veíamos como lejanas en el tiempo como la economía del hidrogeno pasaron en un año a ser actuales”, marcó Fernando Brun y agregó: “Argentina tiene que desarrollar un mercado doméstico en base a sus recursos y a la tecnología de captura de carbono. Junto a la cancillería argentina estamos entablando diálogos para la concreción de alianzas en materia energética. Sobre todo, para que el país siga siendo precursor de algo que comenzó a producir tempranamente, en 2009, en la planta de hidrógeno de Hychico en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut”.
Funcionarios de la secretaría de Asuntos Estratégicos especificaron que Alemania, Corea del Sur y Japón, son los tres países con los que Argentina está en contacto a nivel gubernamental para avanzar en el desarrollo del hidrógeno. Actualmente, por ejemplo, el Banco de Desarrollo Alemán KFW financia a empresas que invierten en proyectos de energía limpia en Salta, Jujuy y Mendoza.