Después de meses de alentar a sus empleados a vacunarse contra el covid-19, las empresas están comenzando a tomar una línea más dura y a implementar mandatos, una escalada dramática del enfoque del Estados Unidos corporativo para detener la propagación del virus.
El impulso a los mandatos de vacunas ha ido aumentando, y se esperaba que el presidente Joe Biden anunciara el requisito de que todos los empleados y contratistas federales estén vacunados o se les exija someterse a pruebas regulares y requisitos de mitigación. Este miércoles, Google y Facebook se convirtieron en los primeros dos gigantes de Silicon Valley en emitir mandatos propios.
El CEO de Google, Sundar Pichai, envió un correo electrónico al personal el miércoles anunciando un requisito de vacuna para los empleados que regresan a la oficina.
La política se implementaría en Estados Unidos en las próximas semanas y en otras regiones en los meses siguientes, a medida que las vacunas estén más disponibles, dijo Pichai.
Todos los empleados de Facebook deben vacunarse antes de regresar a la oficina, anunció la compañía el miércoles.
«A medida que nuestras oficinas vuelvan a abrir, exigiremos que todas las personas que vengan a trabajar a cualquiera de nuestros campus en EE.UU. se vacunen», dijo en un comunicado Lori Goler, vicepresidenta de Personal de Facebook.
«Tendremos un proceso para aquellos que no pueden ser vacunados por razones médicas o de otro tipo y evaluaremos nuestro enfoque en otras regiones a medida que evolucione la situación», agregó.
Netflix
Netflix requiere vacunas de covid-19 para los elencos de todas sus producciones estadounidenses, así como para las personas que entran en contacto con ellas, según el portal especializado Deadline.
Entre otras grandes empresas que requieren que sus empleados estén vacunados antes de regresar al trabajo, figuran Black Rock, Morgan Stanley, Saks Fifth Avenue, The Washington Post.
Twitter ya exigía a sus empleados que regresaban al trabajo que mostraran un comprobante de vacunación, pero el miércoles -preocupadoa por el avance de la variante Delta, la compañía dio el paso adicional de cerrar sus oficinas en Nueva York y San Francisco por completo y pausar las reaperturas de oficinas.