Con 70% de su población vacunada con 2 dosis, en Israel aumentan los contagios. Recurren a una 3° dosis

En marzo de este año, Israel pensó que había visto y tocado la luz al final del túnel del COVID-19. Más de la mitad de los 9,3 millones de habitantes del país habían recibido dos inyecciones de una vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2. El número se acerca ahora al 70 por ciento del país y sigue aumentando.

En ese momento Alemania, por ejemplo, estaba muy a la zaga: solo el 3,7% de sus 83 millones de residentes habían recibido sus dos dosis a mediados de marzo. Ahora, más de 63% ha recibido al menos una dosis, y el 57,5%, las dos.

Entonces, Israel estaba en las nubes. Los medios informaban que los barbijos habían desaparecido por completo de los espacios públicos y la vida había vuelto a la «normalidad».

Pero el COVID regresó.

Poco más de cuatro meses después, las cosas han cambiado. Algunos países advierten que Israel es un destino de alto riesgo para los viajeros. Los casos de COVID han aumentado constantemente desde mediados de julio en Israel. El Gobierno asegura que se trata principalmente de niños no vacunados, pero hay también un número importante de infecciones irruptivas (o sea, de personas completamente vacunadas que se han infectado).

El Ministerio de Salud de Israel ha citado estudios que sugieren que el nivel de protección que ofrecen las vacunas cae con el tiempo, especialmente frente la variante Delta.

Por eso, Israel quiere que las personas reciban una tercera dosis para estimular sus anticuerpos y aumentar sus posibilidades de luchar contra la enfermedad. Y ha estado impulsando esa iniciativa a una velocidad increíble, con decenas de miles de personas están recibiendo inyecciones de refuerzo todos los días desde principios de agosto.

El promedio de casos confirmados de COVID-19 por día en un período de 7 días comenzó a aumentar alrededor del 16 de julio, de poco más de 19 infecciones a más de 5.950 el 16 de agosto.

Entre mayo, junio y julio, el país tuvo un promedio de cero muertes por día. Eso no significa que no hubo muertes en absoluto, sino que no ocurrieron con la frecuencia suficiente para establecer un promedio.

Para el 15 de agosto, Israel promediaba dos nuevas muertes confirmadas por COVID por día. Y esta cifra se elevó a aproximadamente cinco en un día.

Ahora, es tentador comparar estas cifras con las de otros países, donde puede haber tasas más altas o más bajas de infección y muerte. Pero en el caso de Israel surge naturalmente una pregunta: ¿Por qué están aumentando las cifras?

Es posible que tenga algo que ver con la variante Delta del coronavirus. Ha habido cierta renuencia a declararla como la variante dominante en Israel. Algunos aseguran que lo es y otros, que no.

Pero en una sesión informativa el 14 de agosto, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, dijo que «el brote de la cepa Delta  estaba «envolviendo al mundo».

Además, el Ministerio de Salud ha informado «una marcada disminución en la efectividad de la vacuna para prevenir infecciones (64 por ciento) y enfermedades sintomáticas (64 por ciento) [desde el 6 de junio]. Esta disminución se ha observado simultáneamente con la propagación de la variante Delta en Israel».

La mayoría de las nuevas infecciones en Israel se producen entre jóvenes no vacunados, y el Gobierno quiere que los jóvenes de 12 a 15 años reciban la vacuna.

Un informe de la agencia de noticias Reuters sugirió que el fin de las restricciones de distanciamiento social en Israel también había jugado su papel.

Israel ha aprobado dos vacunas contra el COVID-19: la de Pfizer / BioNTech y la de Moderna. Ambas son nuevas vacunas de ARNm. Y ambas informaron una efectividad inicial contra enfermedad sintomática de alrededor del 95 por ciento.

Ninguna vacuna es perfecta: ninguna ofrece una protección del 100 por ciento en todo momento, y la cantidad de anticuerpos que produce una persona varía. Por lo tanto, los científicos esperan ver un cierto número de las llamadas «infecciones irruptivas» (breakthrough infections). O sea, de personas completamente vacunadas que se enferman.

Además, existe cierto debate en torno a la definición de «completamente vacunado». Algunos dicen que se está completamente vacunado después de dos inyecciones de una vacuna Pfizer / BioNTech o AstraZeneca, mientras países como el Reino Unido insisten en que ambas inyecciones deben ser del mismo fabricante para que usted esté «completamente vacunado».

Mientras tanto, en Alemania y otros lugares de Europa, se opta por cruces vacunales, con una primera inyección de AstraZeneca, por ejemplo, y una segunda de Pfizer/BioNTech. La opinión abrumadora es que las vacunas combinadas, especialmente con la de Pfizer/BioNTech, son mejores contra la variante Delta.

Aunque también existe la vacuna de Johnson & Johnson, que requiere un solo pinchazo para estar completamente vacunado. Pero hay otros países, además de Israel, que están aconsejando a los ciudadanos que obtengan una tercera dosis.

Algunos expertos plantean cuestiones éticas y científicas en torno a la teoría del tercer pinchazo: para empezar, hay países que ni siquiera pueden conseguir suficientes dosis para una ronda de vacunaciones. Y segundo, dicen que la ciencia no lo respalda; que, por lo que sabemos hasta ahora, una persona no está necesariamente mejor protegida con una tercer inyección.

Pero esto podría cambiar con el tiempo. En uno o dos años, los científicos pueden encontrar que las personas necesitan una cuarta dosis. O tal vez la aparición de nuevas variantes signifique que las personas nunca estarán completamente vacunadas y el mundo simplemente tendrá que vivir con esto.

En cualquier caso, los datos sugieren que incluso si hay infecciones irruptivas entre israelíes completamente vacunados, estas son menos graves que entre aquellos que no han recibido ninguna inyección.

Israel no se arriesga. Apuesta por más dosis. El ministerio de Salud dice que los estudios realizados por los fabricantes de vacunas y otras agencias en todo el mundo sugieren que „la tercera dosis provoca un aumento en el nivel de anticuerpos en sangre, aumenta su calidad (capacidad mejorada de neutralizar el virus) y que estos permanecen más tiempo en el cuerpo.»

Y no descarta nuevas dosis en el futuro. También recomienda vacunar a los jóvenes de entre 12 y 15 años.

Fuentes: Repositorio de datos de COVID-19 del Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas (CSSE) de la Universidad Johns Hopkins, a través de ourworldindata.org y el Ministerio de Salud de Israel.

VIADeutsche Welle