El área de Ciencia y Tecnología del gobierno analiza los avances de las vacunas argentinas contra el Covid

En un reciente encuentro de funcionarios del sector de CyT oficial se analizó el grado de avance de cada iniciativa da vacunas argentinas, los próximos pasos y los apoyos complementarios que se necesitan.

El saldo de la jornada indica que los desafíos científicos se están superando de forma muy satisfactoria en todos los casos. La preparación para la producción muestra situaciones diversas en un contexto donde varios proyectos están próximos a comenzar los ensayos clínicos.

Los proyectos en avance

En total son cuatro los proyectos seleccionados en el llamado del FONARSEC. Estas iniciativas están dirigidas por Juliana Cassataro, Guillermo Docena, Osvaldo Podhajcer, Daniela Hozborn y Daniela Bottero, quienes estuvieron presentes durante la jornada junto a los equipos técnicos integrados por científicos y profesionales de laboratorios empresariales.

Vacuna ARVAC Cecilia Grierson

Juliana Cassataro dirige un equipo de investigación interdisciplinario que trabaja en el desarrollo de la ARVAC Cecilia Grierson. La fórmula de esta vacuna se basa en proteínas recombinantes, una tecnología similar a la usada en la vacuna del Hepatitis B o el VPH y su principio activo es un un fragmento de antígeno del virus. Técnicamente, se lo llama un RBD, o Receptor Bind Domain. Los RBD son las partes funcionales con las que la proteína Spike del SARS CoV2 se adhieren a un blanco molecular, el receptor ACE2, en la superficie de las células respiratorias, para invadirlas. Los dominios RBD son fabricados por células mamiferianas clonadas de a millones, luego se purifican y se combinan con un adyuvante. Parece fácil pero es difícil, y sin embargo ésta es, por tecnología, una vacuna de las más sencillas, baratas y seguras, y lo que debe medirse es su efectividad.

La iniciativa, desarrollada en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Universidad Nacional de San Martín (IIB-INTECH), cuenta con la participación del CONICET y la Fundación Pablo Cassará y en sus primeras fases de desarrollo recibió el apoyo de la Agencia I+D+i en el marco de la Unidad Coronavirus que integra junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y el CONICET.

Vacuna ARGENVAC

Trabaja en esta propuesta un grupo de trabajo multidisciplinario cuyo gerente es Guillermo Docena (CONICET y UNLP). El equipo de trabajo nuclea profesionales del CONICET, de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad de Buenos Aires (UBA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el ANLIS-Malbrán, la empresa GIHON Laboratorios Químicos S.R.L. y la ANLAP.

La ARGENVAC emplea como inmunógeno a la porción de la proteína S o Spike del SARS-CoV-2 denominada RBD obtenido en forma recombinante modificada producida en levaduras y adyuvantes comerciales o nanopartículas (bio)poliméricas como agentes vehiculizantes con poder adyuvante.

Estudios preclínicos para el inicio de una fase 1/2A con vacunas anti-COVID 19 de diseño propio

Este proyecto impulsado por el CONICET es liderado por Osvaldo Podhajcer. Su plataforma se basa en el uso de Adenovirus humano serotipo 5 (AdV5) que posee gen codificante para la proteína Spike. Está direccionado a células dendríticas y musculares que son las células que presentan la proteína al sistema inmune y activan la respuesta.

El equipo de trabajo que lidera Podhajcer se conforma con investigadores e investigadoras de la Fundación Instituto Leloir (FIL), el CONICET y la empresa Vaxinz junto con una amplia red de colaboradores del sector público y privado que agregan su experiencia en diseño y licenciamiento de adenovirus oncolíticos, capacidades específicas para ejecutar ensayos de eficacia y seguridad, gestionar requerimientos regulatorios, formulación y producción bajo GMP del candidato, ensayos clínicos, comercialización, entre otros aspectos.

Desarrollo de vacunas de segunda generación contra la covid-19 a base de proteínas: etapas hacia los ensayos clínicos en humanos.

Daniela Bottero está a cargo de un equipo multidisciplinario conformado por profesionales de la UNLP, el laboratorio Vacunas Salud del Instituto De Biotecnología y Biología Molecular (VacSal), el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires dependiente del CONICET y la Fundación Instituto Leloir (IIBBA), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el INTI y el Instituto Maiztegui.

Al igual que la ARVAC, su plataforma se basa en el uso de proteínas recombinantes más adyuvante. Esta tecnología conocida presenta ventajas relacionadas a su logística y distribución.

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Los datos aportados y el detalle de las estrategias de avance de cada proyecto junto con los obstáculos identificados serán los insumos que utilicen los ministerios para adecuar la próxima ronda de apoyos que, además de nuevos financiamientos, incluirá acciones de articulación, recomendaciones relativas a la propiedad intelectual y las regulaciones, un diseño inteligente de capacidades para sentar bases que permitan exportaciones a futuro.

Fernando Peirano destacó que no se trata de organizar una carrera entre los proyectos sino de garantizar que cada iniciativa aporte nuevas capacidades al complejo científico productivo y mayores opciones al sistema de salud: “Las políticas de apoyo están funcionando y el trabajo de los científicos junto a la contribución de las empresas está abriendo un camino con una dinámica mejor a la esperada”.

Participaron el presidente de la Agencia I+D+i, Fernando Peirano; la subsecretaria de Economía del Conocimiento del Ministerio de Desarrollo Productivo, María Apólito; la presidenta de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos, Ana Lía Allemand; el director de la Administración Nacional de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS Malbrán), Pascual Fidelio; la directora del FONARSEC, Laura Toledo; la directora para la generación de nuevas empresas de la Economía del Conocimiento, Cintia Hernández; la subadministradora nacional de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), Valeria Garay, y el gerente de Vinculación Tecnológica del CONICET, Sergio Romano.