Ante el enfrentamiento en Chubut, el Gobierno nacional y las provincias mineras defienden la actividad

«Somos un gabinete productivo y económico prominero, dicho con contundencia. No es una cuestión declarativa: la minería es parte de la solución en la Argentina”, dijo hace una semana el secretario de Industria, Ariel Schale, en el lanzamiento de una mesa de trabajo de desarrollo de proveedores de la minería.

Ese mismo día la Legislatura de Chubut aprobó en una votación ajustada y sorpresiva la habilitación de la megaminería en la provincia, lo que desató manifestaciones populares en todo el territorio que llevan cinco días consecutivos y forzaron al gobierno de Mariano Arcioni a dar marcha atrás con la decisión.

Ayer, el Consejo Federal de Minería (COFEMIN), organismo integrado por el Estado Nacional y a las provincias mineras, rechazó la derogación de la ley que habilitaba la minería en la zona de la Meseta de Chubut. Además, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) emitió un duro comunicado en repudio de la violencia y la derogación de la norma.

Ese mismo miércoles 15 de noviembre el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, había tomado juramento a Fernanda Ávila como secretaria de Minería. Reemplazó en el cargo a Alberto Hensel, que fue convocado por el gobernador Sergio Uñac para asumir como ministro de Gobierno en San Juan. La llegada de Ávila es otra decisión que demuestra, utilizando palabras de Schale, que el compromiso del Gobierno nacional con la actividad “no es biri biri”.

Ávila, abogada de profesión, se desempeñaba como ministra de Minería en Catamarca, la provincia del país pionera en explotación a gran escala. El primer proyecto comenzó en 1997, bajo el gobierno de Carlos Menem, con la explotación del Bajo de la Alumbrera, un yacimiento de cobre, oro y molibdeno ubicado a 400 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca.

La Cámara Minera de Catamarca felicitó a la flamante secretaria y destacó su gestión «basada en el diálogo», y también llegaron los saludos de CAEM. Pocas horas después, las mismas dos cámaras se manifestaron en favor de la decisión del gobierno de Chubut de impulsar la actividad en los departamentos de Gastre y Telsen y cuestionaron “las reacciones de grupos violentos que no respetan los procesos democráticos, ni la opinión del prójimo”.

Kulfas considera que la minería es una “llave” para la solución de los problemas argentinos

“Significa más producción y producción en muchas provincias que necesitan darle más volumen a su actividad económica; significa puestos de trabajo directos e indirectos. Es un sector que paga los salarios más altos de la economía, que genera progreso y bienestar. Es una actividad que genera dólares genuinos para un país que los necesita y pasa a ser un aliado de la transición ecológica”, destacó Kulfas en el acto de jura.

 

El mismo día, un “supermiércoles de minería”, el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) presentó un documento en el que se muestra el impacto de la actividad en la economía. Según detalla, aporta alrededor de US$3.000 millones de exportaciones al año y en 2019 generó 25.000 puestos de trabajo directos y otros 25.000 indirectos. Los salarios son 97% mayores a la media nacional y, en el caso de la minería metalífera, se encuentran entre las ramas mejores pagas de toda la economía, junto con los hidrocarburos. La tasa de formalidad laboral del sector, a su vez, es de las más altas de la economía, en torno al 90%.

El informe asegura que la minería tracciona sobre sectores como la construcción, la industria, el comercio, el transporte, los servicios profesionales y los servicios de alojamiento y catering. Detalla que en 2019 las empresas mineras hicieron compras a proveedores locales por un monto de $116.000 millones, lo que equivale al 55% de la facturación de las empresas mineras.

«Habitualmente se dice que ‘la minería no deja nada en el país’. Eso es lisa y llanamente falso. El 3% de regalías al que muchas veces se alude omite el 51% en proveedores locales. Y falta sumar masa salarial e impuestos», agregó al debate Daniel Schteingart, director del CEPXXI, en sus redes sociales.

El discurso “prominero” de las autoridades nacionales hace eje en el impulso que daría el sector a la economía y se detiene menos en el aspecto ambiental, aunque Kulfas señala que debe ser una minería “sustentable”, que debe tener presente “la discusión ambiental”. Sin embargo, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, brilla por su ausencia en la discusión.

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