Un panorama de la industria biotecnológica en Argentina

«La biotecnología es el futuro». Y las empresas que trabajan en ese campo son un activo valioso de la Argentina.

La biotecnología es la disciplina que trabaja para dar respuesta a algunos desafíos fundamentales del munto actual: el agotamiento de los recursos naturales, cambio climático, la inseguridad alimentaria y la energética, prevenir futuras pandemias y enfermedades endémicas, entre otros, mediante la utilización de sistemas biológicos y tecnologías desarrolladas en las últimas décadas. En este campo, nuestro país cuenta con investigadores de primerísimo nivel y con empresas y emprendimientos público-privados que la ponen en un plano destacado en el escenario global de esta industria.

Según el Informe Sectorial N° 2 Biotecnología, elaborado en 2019, la Argentina se censaron en 2016 201 empresas de biotecnología, lo cual lo ubica dentro de los 20 países con mayor cantidad de este tipo de empresas en el mundo y en segundo lugar en América latina luego de Brasil.

Hoy, seis años después de ese censo, se estima que hay 220 compañías argentinas dedicadas total o parcialmente a la biotecnología.

Dentro del gran «paraguas» biotech, las que trabajan en los temas de la salud humana (medicamentos y fertilización asistida) representan 32 por ciento del total.

De cerca le siguen las del agro (inoculantes, semillas genéticamente modificadas y micro propagación vegetal) con el 28 por ciento, y salud animal (medicamentos, vacunas y reproducción) con el 25.

El resto, se dedica a insumos industriales (enzimas, colorantes, coadyuvantes, biorremediación, desarrollo de materias primas y productos tecnológicos basados en la moderna biotecnología).

Según ese informe citado anteriormente, la inversión en actividades de investigación y desarrollo en este rubro en nuestro país llegaba a US$ 91 millones anuales. Si bien ese gasto es reducido en relación a los países líderes como Estados Unidos, Francia y Suiza, se ubica por encima de otros países de América latina e incluso de otros europeos con mayor PBI per cápita como Finlandia, Eslovenia y Portugal.

En este contexto, se puede señalar el «enorme potencial» que tiene la industria biotecnológica en la Argentina. Se lo adjudica a una serie de factores: por un lado, la cantidad de empresas especializadas en el sector es alta; y por otro lado, el país cuenta con los recursos humanos necesarios y con personal altamente calificado.

«Nuestro país tiene industria (hay plantas que cumplen estándares de calidad internacional, con tecnología de primer nivel) y tiene los recursos humanos especializados, que es lo más difícil de conseguir», explicó Graciela Ciccia, cofundadora de la Cámara Argentina de Biotecnología y Directora de Innovación de Grupo Insud.

«La generación de empresas intensivas en conocimiento contribuye al desarrollo económico, aportando compañías que desde el inicio se piensan globalmente, para un mundo donde la localización geográfica tiende a ser relativamente menos importante», señaló Ciccia.

Gabino Rebagliati, el jefe de comunicación de Grupo Bioceres, la empresa biotecnológica argentina que se dedica al desarrollo agropecuario, destacó «el talento» argentino y «el hecho que la economía argentina está muy volcada a los recursos naturales».

A través de Twitter, Rebagliati enumeró algunas empresas del sector de la biotecnología que triunfan en el exterior como Terragene, que tiene presencia en 70 países; Beeflow, una startup que «mejora la producción agrícola» mediante la optimización de las técnicas de polinización con insectos; la firma de nanotecnología Chemtest, que se dedica a «mejorar los diagnósticos de enfermedades y animales»; y Microgenesis, una empresa local que desarrolló «un kit autoadministrado» que sirve para «detectar problemas de fertilidad» en las mujeres.

«Cuando hacemos biotecnología, la ciencia sale del laboratorio y se convierte en ciencia aplicada que trae soluciones para la vida de las personas. Tenemos el talento, las instituciones, la historia, tenemos los recursos y tenemos la oportunidad».

Para acceder al Informe Sectorial N° 2 Biotecnología, cliquear aquí.

VIAEl Cronista