Dos especies de plantas nativas de las Orcadas del Sur crecieron en diez años hasta cinco veces más que en los cincuenta años previos. Un estudio señala que esta tendencia desencadenará «cambios significativos» en el ecosistema.
n estudio publicado esta semana refleja la incidencia que tuvo el cambio climático en la Antártida durante una década, y alerta por los cambios significativos que podría tener en los próximos años en el ecosistema de las costas e islas antárticas.
El trabajo de investigación, publicado en la revista especializada Current Biology, expone que las únicas dos especies de plantas nativas que crecen en la Antártida, Deschampsia antarctica y Colobanthus quitensis, experimentaron entre 2009 y 2019 una rápida y “sorprendente” expansión.
“En este estudio documentamos la aceleración en la expansión de D. antarctica y C. quitensis en la última década (2009-2018) en Signy Island, donde la tendencia al calentamiento de la temperatura del aire se reanudó en el verano después de 2012”, manifiestan en la publicación.
La especie nativa D. antarctica creció, durante los años que duró el estudio, tanto o más que como lo había hecho entre 1960 y 2009. Por su parte, la especie C. quitensis aumentó hasta cinco veces más durante los mismos períodos.
“Nuestra hipótesis es que la sorprendente expansión de estas plantas se debe principalmente al calentamiento del aire del verano y la liberación de la limitación de la perturbación del lobo marino”, señalan los investigadores respecto de la disminución de las colonias de lobos marinos.
No obstante, hacen hincapié en que “el fuerte calentamiento de la temperatura del aire entre la década de 1950 y 2016 en la región de la Península Antártica superó el calentamiento global promedio con impactos evidentes en los ecosistemas terrestres”.
Asimismo, pronostican que esta tendencia impulsada principalmente por el calentamiento global “se reanudará con la expansión de áreas libres de hielo e impactos continuos en los componentes abióticos y bióticos de los ecosistemas terrestres, incluida la entrada de especies no nativas como se registró recientemente en Signy Island (Islas Orcadas del Sur)”.
Nicoletta Cannone, autora principal del estudio, señaló: «Nuestros análisis muestran que ahora la Antártida está respondiendo rápido y esto se debe al aumento de la tendencia al calentamiento». Peter Convey, coautor del estudio, explicó al sitio New Scientist que el problema no es sólo el crecimiento sorprendente de esta vegetación, sino también el impacto que eso tendrá en el ecosistema de la Península Antártica. «Creemos que estamos empezando a ver lo que es casi como un cambio radical o un punto de inflexión», detalló.