En el marco de la feria Satellite 2022, de la que informamos aquí en AgendAR, la empresa nacional VENG y la firma estadounidense Ursa Space Systems, acordaron que las imágenes que obtiene los satélites argentinos SAOCOM sean comercializadas desde la plataforma de distribución de URSA.
El acuerdo con VENG, una sociedad de la que es dueña la CONAE, potencia la constelación virtual de Ursa Space Systems, la ventanilla única más grande del mundo para imágenes satelitales comerciales, que comprende múltiples proveedores con satélites con sensores SAR (radar de apertura sintética), de radiofrecuencia (RF) y cámaras ópticas y de infrarrojo.
Ahora, los clientes de URSA podrán buscar y solicitar un artículo enteramente distinto: imágenes satelitales SAOCOM, cuya exclusividad es que provienen de dos satélites argentinos con sensores SAR, pero en banda L.
La banda L todavía es algo muy incipiente en la industria satelital, porque exige antenas de gran tamaño y un gran uso de potencia eléctrica. Es una gama de frecuencias de microondas con capacidad de detectar y medir agua de napa bajo superficies secas, lo que origina decenas de aplicaciones diferentes, desde la predicción de sequías, inundaciones y rendimientos agrícolas a erupciones volcánicas, deslaves de terreno, a la medición de derrames de petróleo en el mar, e incluso al seguimiento de barcos y flotas a partir de sus estelas. Como ha pasado históricamente con algunas herramientas nuevas, la banda L se ha vuelto una solución en busca de problemas.
Hay otro satélite con iguales capacidades, el Alos-Daiichi 2 de la JAXA, la Agencia Espacial Japonesa, pero con ese y nuestros dos SAOCOM, por ahora, se acaba de oferta mundial. De modo que URSA gana porque puede vender todos los modos comercializables de observación de la Tierra dentro de una una única plataforma centralizada. Y VENG gana porque vender a través de URSA es como tener un local en el único «shopping» online de la industria de la observación terrestre.
Los satélites SAOCOM 1A y 1B, cuyas siglas significan “Satélites argentinos de Observación con Microondas” de la CONAE, fueron lanzados al espacio en los años 2018 y 2020, respectivamente, y viajaron a bordo de un cohete Falcon 9 de la empresa Space X que los inyectó en órbita.
Ambos satélites poseen una antena SAR (Radar de Apertura Sintética por sus siglas en inglés) que recibe información en Banda L. Esta es la primera vez que las imágenes SAR de banda L estarán disponibles en la constelación virtual de Ursa Space.
Como todo radar SAR, los de los SAOCOM no son cámaras que usan la luz del sol reflejada por la Tierra. En realidad, la iluminan desde 600 km. de altura con su propia emisión de microondas de 23 cm. de longitud (lo que explica el enorme gasto de energía), y recogen los rebotes. Como las microondas perforan sin problemas las nubes más tormentosas, los SAOCOM obtienen imágenes sea de día o de noche y en cualquier condición meteorológica.
El único tope de los SAOCOM son las baterías, de níquel cadmio, bastante más pesadas y con menor capacidad y velocidad de recarga que las contemporáneas, de iones de litio. Esto limita la cantidad de imágenes generadas en cada vuelta al planeta, que por la altura y tipo de órbita de los SAOCOM es una cada 90 minutos, pasando con algunos grados de desviación sobre ambos polos terrestres. Y es que los satélites se diseñaron a fines de los ’90, y su construcción fue muy lenta por falta de presupuesto.
Cualquiera hubiera esperado que las entidades que agrupan a los productores agrícolas argentinos pusieran plata en esta herramienta, (la CONAE tuvo esa expectativa), pero no sucedió. Como dice un agrometeorólogo de fuste, «El campo argentino es LANDSAT-dependiente, y no se imagina que la CONAE, a fuerza de audacia, le haya sacado diez años de ventaja a EEUU o a la UE en este nicho de las imágenes SAR, la banda L».
Los LANDSAT fueron los primeros satélites ópticos de uso civil de la historia. Es la historia de la birome: la desarrolló aquí el ingeniero Laszlo Biró tras años de prueba y error. Pero tuvo que aparecer la francesa BIC, comprarle la patente y empezar a producirla masivamente. Los productores agrícolas argentinos son una luz para incorporar innovaciones, pero sólo creen en las que vienen desde afuera. ¿Seguirán así las cosas cuando la CONAE produzca la próxima generación de satélites SAOCOM?
La banda L, a diferencia de otras frecuencias más altas dentro del espectro de las microondas, logra penetrar la vegetación y la superficie del suelo. Esto permite generar mapas de humedad vitales para la agricultura, y éste viene siendo su uso principal. Pueden estar cayendo lluvias históricas sobre nuestra llanura chaqueña, pero si un SAOCOM indica que la napa está baja, lo más probable es que no se encharque ni se inunde.
La banda L multiplica la capacidad de predicción. Pueden faltar lluvias en tal o cual lugar de los bosques andinopatagónicos, pero si un SAOCOM detecta mucha humedad en el suelo, el riesgo de incendios allí baja, y los bomberos pueden quedar en alerta en otros sitios. En un momento de la historia en que los incendios forestales se han vuelto apocalípticos (los de Siberia y Australia en 2020, los de Oregon y California en 2021), estos satélites se valorizan.
Dos ejemplos extremos de otras capacidades: un SAOCOM puede detectar y medir una inundación cubierta por un bosque, como las que suceden en época de lluvias en esa parte de la selva amazónica llamada «el Igapó». Y el Alos-Daiichi 1, ya desorbitado, pudo prevenir el enterramiento de una aldea japonesa de montaña al detectar un exceso de agua subterránea en las laderas. La localidad fue desalojada, y un par de semanas después bajó el aluvión por las pendientes y quedó enterrada en barro.
VENG es la empresa designada por la CONAE que, desde el 2020, agrega valor y vende las imágenes de los dos SAOCOM.
“Incorporar las escenas SAOCOM, especialmente con la frecuencia de Banda L, le da a nuestra Constelación Virtual un nivel de diversidad que es particularmente notable para la industria agrícola”, dijo Adam Maher, CEO y cofundador de Ursa Space. “Con más oportunidades para aplicaciones del mundo real, esta asociación acelerará la posición de ambas empresas en muchos mercados verticales”.
Adrián Unger, subgerente de Información Satelital de VENG, explicó: “Consideramos que este acuerdo es muy importante para nuestro país, para la CONAE y para VENG porque implica la firma con una empresa estadounidense líder en el mercado de la información satelital. La tecnología de distribución de URSA Space es sumamente avanzada dado que permite consultar, sobre una misma zona geográfica, distintos tipos de información en simultáneo”.
“Formar parte de su plataforma de distribución va a permitir que la información generada por SAOCOM llegue a clientes y nichos de una manera mucho más rápida y efectiva”, agregó Unger.
Acuerdos previos
VENG firmó en diciembre de 2020 un acuerdo con la empresa italiana e-GEOS, propiedad de la Agencia Espacial Italiana (20%) y la empresa Telespazio (80%). A partir de ese acuerdo, E-GEOS potenció su oferta de productos satelitales en todo el mundo, dado que previamente ya comercializaba los productos generados por los cuatro satélites italianos Cosmo-SkyMed cuya tecnología radar es en Banda X.
Así, desde la firma de ese acuerdo, puede combinar ambas tecnologías para responder a las necesidades de sus clientes. Estos cuatro satélites junto a los dos satélites SAOCOM conforman el Sistema Ítalo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE), creado por la CONAE y la Agencia Espacial Italiana (ASI).
La banda X permite la captación de objetos más chicos, pero su ventaja mayor no es una definición casi fotográfica, sino que un radar X no necesita antenas gigantes ni potencias eléctricas descomunales. De modo que el encanto principal de tener imágenes X es la cantidad: se obtienen más. No hay que cuidar tanto que el satélite quede bajo de baterías, y los tiempos de recarga son menores. Una imagen X+L es una herramienta potente y novedosa. Terminará generando nuevas aplicaciones.
Durante la segunda mitad del 2021, VENG firmó acuerdos con las empresas Restec (Remote Sensing Technology Center of Japan), de Japón; MDA, de Canadá; y Bsed (Beijing Smart Earth Digital), de China.
Sobre Ursa Space Systems
Ursa Space es una empresa global de infraestructura de inteligencia satelital que brinda a los tomadores de decisiones empresariales y gubernamentales acceso a soluciones analíticas bajo demanda. A través de su red de satélites de radar y experiencia en fusión de datos, Ursa Space detecta cambios en tiempo real en el mundo físico para expandir la transparencia. Sus servicios de suscripción personalizados le permiten acceder a imágenes satelitales y resultados analíticos sin limitaciones geográficas, políticas o climáticas.
Ursa Space posee la constelación virtual de imágenes satelitales más grande del mundo de los proveedores de datos SAR, ópticos y de RF. Dentro de la Plataforma Ursa, los usuarios pueden acceder a todas las imágenes en los archivos de cada proveedor y pagar solo por las imágenes que desean usar.