Gracias a la Iniciativa Nacional de Supercómputo, y con un costo de 885 millones de pesos, Argentina tendrá una nueva supercomputadora a partir del mes de mayo, que será 40 veces más potente que la que se usa actualmente en el país, la Huayra Muyu.
El dispositivo, provisto por la empresa Lenovo, será instalado en el Data Center del Servicio Meteorológico Nacional, pero el organismo solamente usará un 10% de sus recursos: el resto podrá ser usado por el sistema científico nacional, brindando un recurso que el país necesitaba.
“El sistema de ciencia y tecnología de Argentina tiene un Sistema Nacional de Computación de Alto Desempeño (SNCAD), que nuclea a usuarios e instituciones que usan cálculo para hacer investigación. Este sistema realizó una evaluación del estado de la supercomputación en Argentina en 2019, y se detectó que Argentina tenía apenas un 10% de la capacidad de cálculo necesaria para muchas de las investigaciones que se llevan adelante en el país. En base a esa evaluación se decidió generar un centro nacional que provea capacidad de cómputo científico con una supercomputadora”, explicó Pablo Mininni, coordinador del Sistema Nacional de Computación de Alto Desempeño (SNCAD) del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MinCyT).
“A nivel tecnológico, las organizaciones necesitan más estas capacidades de cómputo. Por eso es una apuesta muy interesante, incluso en la región, por ser la segunda más poderosa de América Latina. Hay que tener visión para hacer estos proyectos, no tenés que pensar solamente en el hoy, sino también tomar decisiones para el futuro” afirma Carlos Ramos, Gerente General de Soluciones de Infraestructura en Lenovo.
Top 100 en el mundo
El dispositivo tiene una potencia de cómputo que la ubica en el puesto 82 del ranking mundial de computadoras más poderosas. Es, además, una de las dos computadoras más importantes de América Latina, estando la otra en Brasil.
Este equipo tiene una capacidad de 15,3 PetaFLOPs (Floating Point Operations Per Second u Operaciones de Coma Flotante por Segundo). Esto la ubica en el Top 500 de supercomputadoras, ranking que lidera la “Frontier”, de Hewlett-Packard Cray con un rendimiento de 1102 petaflops. “Es una herramienta que permite, por ejemplo, acortar los ciclos de investigación. El avance de las ciencias necesita cada vez más uso de datos, más ciclos. Y la Argentina es, junto con Brasil, el único país de Latinoamérica que apuesta a estos recursos”, aporta Ramos.
“En los últimos años se trabajó en los requerimientos que debía tener esta supercomputadora, se realizó una licitación pública, y finalmente se adquirió un equipo a Lenovo, con procesadores y aceleradoras de Intel. Se eligió este equipo por su tamaño y performance, porque cuenta con la tecnología de procesadores más recientes, tiene una solución tecnológica de punta para la refrigeración, y porque cuando esté instalado en los próximos meses pondrá a la Argentina en una lista pequeña de países con supercomputadoras muy grandes”, detalla Mininni.
La compra del equipo de computación de alto desempeño está a cargo del Ministerio de Ciencia, que aportará unos $885 millones; mientras que la adecuación del espacio físico del Servicio Meteorológico Nacional para albergar a la supercomputadora contará con el aporte del Ministerio de Defensa, que aportará unos 250 millones de pesos.
Para qué se va a usar la supercomputadora
Al estar instalada en el SMN, este organismo utilizará un 10% del poder de cómputo del dispositivo. El SMN tiene desde hace 4 años una computadora de 370 teraflops. Esta máquina, también de Lenovo, es la que se usa para realizar los pronósticos en el país. La nueva computadora es 40 veces más poderosa, y cuenta con dos tecnologías diferentes.
“Por un lado, cuenta con procesadores con memoria integrada al chip, lo que permite realizar cálculos en forma más rápida y eficiente. Y por otro lado, cuenta con aceleradoras -o GPUs-, que proveen otra forma de realizar cálculos que hoy es la dominante en el mundo de las supercomputadoras. El SMN usará 10% de esta máquina para probar estas nuevas tecnologías, y diseñar nuevas metodologías para el pronóstico. Además, le permitirá introducir en su datacenter la tecnología de enfriamiento de procesadores en forma directa con agua, en lugar de usar aire frío”, explicó Mininni.
“Las imágenes que tiene el SMN, que son las vemos que usan los medios, son procesadas por estas computadoras, lo que va a generar más datos, más información para que analicen los expertos, en este caso los meteorólogos, que tendrán más herramientas a partir de este avance tecnológico”, detalló Ramos. “El 90% de este equipo será usado por el sistema de ciencia y tecnología nacional, que incluye al Conicet, a las universidades, y a institutos de investigación. Como se hace en otros lugares del mundo, se realizarán concursos abiertos en forma periódica, para otorgar horas de cálculo en el sistema. Los usos son múltiples, pero puedo comentar los usos actuales que tienen las computadoras instaladas en el sistema nacional de cómputo: incluyen problemas de ciencias de la vida, el diseño de fármacos, análisis de grandes cantidades de datos, estudios de dinámica de fluidos y de estructuras, problemas de astronomía y astrofísica, problemas de física básica, prueba de nuevas tecnologías, y muchos otros problemas.”
La máquina estaría funcionando en mayo, aunque puede haber algunas demoras que retrasen su puesta en marcha hasta junio. Actualmente, en el SMN se está realizando la adecuación del datacenter para cumplir con las necesidades energéticas del sistema, e instalando el sistema de refrigeración por agua.
Dónde va a estar, cuánto consume y qué tamaño ocupa
La supercomputadora va a estar en la sede central del Servicio Meteorológico Nacional, en Av. Dorrego 4019, en CABA. Consume 230 KW, y ocupa 4 racks (alrededor de 4 metros cuadrados). Si se lo compara con el equipo actual que usa el SMN para el pronóstico, los números sorprenden: tiene lo último en tecnología disponible hace 4 años, pero 40 veces menos capacidad de cálculo que el nuevo equipo.
Ocupa cerca de 7 metros cuadrados (sin contar la refrigeración). Las nuevas tecnologías permiten tener mucha más capacidad de cálculo manteniendo el consumo eléctrico casi igual, y reduciendo el tamaño. Esto tiene mucho que ver con el nuevo sistema de refrigeración elegido. Al enfriar cada procesador en forma directa, el sistema puede ser mucho más compacto y eficiente.