El radar de capacidad dual en Tierra del Fuego ¿fin de la historia?

AgendAR tomó posición en este tema, apenas se hizo público, el 30 de junio. Agregamos lo que se escribió entonces a final de esta nota de la agencia estatal Télam, que parecería poner un punto final.

Porque, más allá del debate sobre las responsabilidades, hay un elemento que nos parece central: Tierra del Fuego tiene una posición estratégica en el extremo austral del continente sudamericano, la puerta de entrada a la Antártida. Argentina no debe permitir que artefactos con tecnología estratégica y capacidad dual, civil y militar, estén en esa zona en manos privadas, sin control estatal.

A. B. F.

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TÉLAM – El gobierno de Tierra del Fuego anunció que la empresa LeoLabs Argentina SRL notificó el “inicio del proceso de desarme del sistema electrónico y otras medidas tendientes a garantizar la inoperatividad” del radar instalado en Tolhuin.

El Ministerio de Defensa definió a este radar una «vulneración de la seguridad nacional«.

Si bien la Subsecretaría de Telecomunicaciones y Conectividad, dependiente de la Jefatura de Gabinete, había cancelado definitivamente en agosto el permiso de funcionamiento del dispositivo, la compañía conformada en el país con socios de origen británico no había dado indicios del retiro de las instalaciones.

Esta semana el gobierno fueguino dio cuenta de una carta dirigida al gobernador Gustavo Melella en la que la empresa confirma que retirará “ciertas partes electrónicas”, además de solicitar la suspensión del servicio de suministro eléctrico en la zona de la estancia El Relincho, donde está emplazado el radar en el centro geográfico de Tierra del Fuego.

El secretario de Malvinas y Asuntos Internacionales de la provincia, Andrés Dachary, explicó que Leolabs adoptará estas medidas para “disipar cualquier duda instalada en la comunidad y prevenir daños a las instalaciones por parte de terceros”, según sostiene la carta firmada por el representante de la firma en la Argentina, el abogado residente en Ushuaia Pablo Bilbao.

A través de un comunicad, Dachary mencionó que en la nota la empresa insiste en que el radar se encuentra “inoperante desde el 26 de junio” y que ello ha sido constatado por funcionarios nacionales que viajaron a Tierra del Fuego.

A su vez, adelantó que “una vez finalizado el retiro de la electrónica del radar, entre otros puntos, solicitará a la Dirección Provincial de Energía el corte total del suministro eléctrico, modificará la estructura societaria y solicitará al Ministerio de Producción y Medio Ambiente la suspensión de plazos procesales hasta tanto se resuelva de manera definitiva el planteo que ha realizado a nivel nacional, relacionado con la cancelación de su autorización para funcionar”.

Para la cartera que conduce Jorge Taiana los sensores radar instalados pueden ofrecer informacin de uso militar Foto Archivo
Para la cartera que conduce Jorge Taiana los sensores radar instalados pueden ofrecer información de uso militar / Foto: Archivo.

En agosto pasado, el Ministerio de Defensa consideró a la instalación del radar como una «vulneración de la seguridad nacional», y pidió la «cancelación y suspensión definitiva» de esa iniciativa.

La cartera castrense presentó un informe con datos técnicos en los que fundamentó que, a raíz de las características de los sensores de la Estación Radar AGRS LeoLabs, «es posible asegurar» que esa tecnología puede «ofrecer información analizada para uso militar».

«No es posible dejar de considerar las connotaciones geopolíticas que conlleva la instalación y puesta en funcionamiento previamente mencionada, por parte de una empresa como LeoLabs Argentina S.R.L. con domicilio legal en Gran Bretaña, dado el carácter dual de los datos obtenidos en sus instalaciones«, consignó el informe y recordó la «ocupación ilegal» de las Islas Malvinas que mantiene el Reino Unido.

También mencionó que pese a que el «objeto de la instalación de la Estación AGSR que LeoLabs declara tener es del tipo comercial, dada las características de los sensores radar instalados es posible asegurar que también puede ofrecer información analizada para uso militar».

«Es altamente probable que los servicios que ofrece la empresa tengan un rol clave dentro del sistema de alerta temprana y monitoreo de actividades espaciales de otros países como el Reino Unido, ya que la Estación AGSR es capaz de obtener detectar y seguir objetos en órbita baja, cuyos datos se convierten en materia prima para la información que la empresa comercializa», amplió el documento.

Por su parte, se mencionó que el AGRS «tiene el potencial de ser utilizado para escucha e inteligencia de señales, incluso, cuando el radar se encuentra sin operar».

Además, se analizó que la empresa británica podría haber instalado esa tecnología «en el sur chileno o en las Islas Malvinas» pero «decidió hacerlo en la localidad fueguina de Tolhuin», que se encuentra en una «ubicación estratégica para la política de defensa nacional».

«Esta ubicación geográfica le otorga a la empresa un acceso privilegiado para la obtención de datos espaciales a nivel global, que son la materia prima para la elaboración de información espacial de uso comercial, pero también de inteligencia, con la posibilidad de ser utilizada por el sistema de inteligencia de los Estados Unidos y, eventualmente, ser diseminada al Reino Unido», remarcó el informe.

Y también llamó la atención de que «solamente en nuestro país se haya constituido una empresa a partir de LeoLabs Ltd. con dirección en Reino Unido y capitales británicos».

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La posición de AgendAR:

El equipo en banda S de Leolabs tiene la finalidad de distinguir, entre la mucha chatarra orbital y los más de 5400 satélites activos a fecha de hoy, algunas armas conceptualmente nuevas: misiles suborbitales de re-entrada hipersónica, sinuosa e impredecible, tipo «glider», y otros medios de ataque aún más novedosos: los fracto-orbitales (todavía no hay una palabra en castellano que sirva para denominarlos).

En la jerga se los llamó FOBS (Fractional Orbit Bombing System), y la idea perdió tracción en los ’70 porque los sistemas de guiado entonces eran muy imprecisos, y no se conocían diseños o materiales que resistieran maniobras intra-atmosféricas a velocidad hipersónica. Evidentemente, las cosas han cambiado. ¿Cómo funcionan los FOBS?

Son muy imaginativos. Un enemigo frente a vos te puede disparar uno, pero extrañamente lo hace en dirección divergente e incluso opuesta a la tuya. Algunas decenas de minutos después ese corchazo te va a llegar desde atrás o desde los costados, sin haber llegado a completar una órbita terrestre.

Además de ser impredecibles por azimut, es decir el ángulo de llegada desde la ubicación del blanco, estos proyectiles fracto-orbitales o FOBS también son hipersónicos y con capacidad de maniobra en fase terminal.

Ninguno de estos vehículos, gliders o FOBS, puede interceptarse fácilmente, porque no siguen una trayectoria balística matemáticamente predeterminada, de modo que no hay modo de dispararles un misil «adelantado al paso», que anticipe un punto forzoso de pasada del objeto.

Según «The Economist», que citó hace poco a Leolabs como firma de defensa, los rusos han tomado cierta ventaja tecnológica en ambos tipos de arma, los «gliders» y los FOBS. Lo que puede ser cierto, o no. Lo innegable es que el radar de Leolabs nos coloca como vigías avanzados de la OTAN, y vuelve a Tierra del Fuego un blanco legítimo, o al menos sumamente conveniente, en caso de guerra misilística entre terceros.

¿Qué tal, embajador Argüello? ¿Bien? Nos encanta el regalito que nos dejaron Ud. y el otro embajador de los EEUU, Marc Stanley. Sí, como el termo.

Nótese que hasta ahora la Argentina, pese a que está haciendo grandes avances en materia radarística civil y militar, se abstiene enérgicamente de instalar radares de detección de aviones, satélites o misiles en territorios de la OTAN, o que la OTAN considera suyos.

Nos encantaría recibir esa misma cortesía por parte de la OTAN. Nuestro mensaje a Jens Stoltemberg, su secretario general: cuando nos devuelvan las Malvinas y las islas del Atlántico Sur, volvemos a hablar.

Siempre les queda instalar el radar de Leolabs en Mount Pleasant, no se amargue, don Jens. De entre las mil y pico de bases de la OTAN en el planeta, es la que tienen en la isla Soledad. No, no la busque en Google, mire: es una grandota, en el Atlántico Sur, que Uds. la llaman East Falkland.

Nosotros, no. Ése es un problema.

Entre tanto, un sombrerazo argentino de AgendAR para el ministro Jorge Taiana.

Daniel E. Arias

PD: Cuando me enteré del radar de Leolabs, propuse desmantelarlo y llevarlo a Bariloche para que lo estudie INVAP, que también empezó a hacer radares AESA. Y después devolverlo a Leolabs en una bolsita. Podríamos haber aprendido un montón. Queda para la próxima.

VIATelam