Todavía tienen más dudas que certezas y muy poca información oficial confirmada. Pero en la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) que funciona en Córdoba están a la expectativa de los proyectos que buscan que el Estado se retire del sector productivo y encare un proceso de privatización de las empresas públicas.
Mirta Iriondo, quien inició su gestión a comienzos del 2020 bajo el mandato de Alberto Fernández. Afirma que logaron bajar los aportes que el Estado hace para que la empresa funcione, que aumentaron la productividad y que tienen trabajo y varios contratos y joint ventures comerciales en puerta. Y aunque cree que privatizar FAdeA sería un error por su condición de empresa estratégica apunta que el principal problema que tienen hoy es la nula posibilidad de acceder al mercado libre de cambios para pagar dólares a los proveedores del exterior y seguir fabricando.
—¿Qué está haciendo FAdeA hoy y cómo está la fábrica?
—Por suerte con mucho trabajo, con buen ritmo. Tenemos un convenio de trabajo con Etihad Airways y estamos trabajando en un memorando de entendimiento con la compañía prestadora de servicios Gal Ammroc, también de Emiratos. El objetivo a mediano plazo es firmar un joint venture para trabajar por proyectos. Eso es muy interesante. En paralelo fuimos aumentando los pedidos para hacerles subconjuntos y piezas a Embraer, vamos teniendo más pedidos para el 2025, 2026 y 2027. Les hacemos seis subconjuntos, como el portón de carga, conos de cola, flaps, etc.
Y estamos trabajando mucho para el principal cliente que tenemos que es la Fuerza Aérea, claramente. Estamos entregando un Hércules y una modernización de un Pampa. Tenemos un contrato de 6 Pampas nuevos y 3 modernizados para Fuerza Aérea ya entregamos 2 nuevos y en marzo entregaremos el tercero. Estamos tratando de tener nuevos contratos con otras empresas o de otras fuerzas aéreas. Hay normativas complicadas que a veces nos hacen perder clientes. También vamos a trabajar con tareas de mantenimiento para otras aerolíneas como Avianca y Sky Airlines.
—¿Cómo van a cerrar el año en facturación?
—En el 2023 vamos a facturar unos $16 mil millones. El 85% de los trabajos son para la Fuerza Aérea Argentina, pero seguimos trabajando para ampliar el horizonte de clientes. Hay intención de colocar el prototipo IA100 en Uruguay y Paraguay. El problema que tenemos es que no podemos ingresar al mercado libre de cambios para pagar a los proveedores. Uno entiende las circunstancias, pero no tenemos acceso al dólar y se nos van a empezar a parar los proyectos. Nosotros tenemos que entregar en tiempo y forma y no podemos importar. Entonces ya Embraer nos metió un ultimátum.
—¿Ese problema de la importación no comienza a liberarse ahora?
—Me da gracia. Bueno, como propagando está muy bien decir que no tenemos más SIRA, pero ahora hay que pedir permiso a Economía y es peor. Y nosotros tenemos un montón de SIRA que no nos aprobaron y es deuda anterior al 12 de diciembre. Ahora nuestro proveedor tiene que comprar un bono al 2027. Nos saca corriendo.
Entonces, el año que viene no va a haber un Pucará porque IAI, la empresa estatal de defensa de Israel, no pone a producir nada sino le pagas todo. Ya nos dijeron. Nos tienen que mandar piezas para la motorización del Pucará, para el ala, etc. Si no les mandamos la plata no se ponen a producir. Y ahora estamos con esto y es tan arcaico hablar de empresas sujetas a privatización, es una cuestión tan poca seria, tan de los ´90. Nosotros somos una sociedad anónima con un socio que es el Estado nacional. Lo que el Estado tiene que hacer es pedir permiso para vender el 20% o 30% a fulano de tal. Eso es todo. Menos propaganda y más hechos. Eso hay que hacer, salvo que quieras destruir la empresa, usar los campos que hay y hacer emprendimientos inmobiliarios. Todo puede ser. Si vos queres hacer actividad aeronáutica tenes que conocer, nosotros estamos haciendo proyectos en conjuntos con compañías de otros países. Si la gente de Emiratos quiere comprar acciones no lo veo mal, pero en el mundo hay Estados que participan para controlar empresas de defensa, como en Airbus.
—¿Entonces, es un error que el Estado decida retirarse de Fadea?
—Claro. Pero yo escucho cosas más duras, como que si no es sustentable y rentable hay que cerrarla. ¿A quién se le puede ocurrir que vas a cerrar FadeA?
—A la gestión actual, por ejemplo.
—Sí, pero no lo van a poder hacer. La única forma de hacerlo es destruirla. Miremos el caso de YPF, quieren vender la parte del Estado nacional cuando con los proyectos que tiene en los próximos años nos va a dar altos dividendos y desarrollar la industria.
—Pareciera que “el rayo privatizador” en principio está pensado para que caiga sobre empresas como Aerolíneas que dan pérdida o sobre YPF que puede tener mucho potencial. No parece haber distinción, pero al margen de esto, ¿cómo está FadeA con sus números? ¿Cuánto le aporta el Estado?
—Bueno, veamos la evolución de esos números. A precios constantes de hoy, en el 2016 Fadea recibía $11 mil millones de transferencias del Estado, en el 2017 $12 mil millones, en 2019 bajó a $6.000 millones, cuando empezamos bajó a $4.000 millones y a agosto de 2023 estamos en $1.600 millones. Bajar esos aportes fue uno de los objetivos que nos planteamos y mejorar la productividad. También hay que decir que el mecanismo no está bien, porque el accionista no aporta para capitalizar la empresa si hay que hacer una inversión y en los balances aparecen como aportes al estilo subsidios. Este último trimestre ha bajado la productividad porque nos quedamos sin material para trabajar.
—Muchas cosas se van a congelar, ¿que saben de los contratos y las próximas partidas?
—Que hagan lo que quieran, ¿pero quien va a mantener los Hércules para ir a la Antártida? Que me expliquen eso. ¿Quién va a mantener los Pampa para la Fuerza Aérea? O van a tener que sacar el avión para hacerle mantenimiento a Canadá. Van a gastar menos dólares si lo hacen en FAdeA, si el problema son los dólares. Todavía no sabemos nada, porque nosotros no tenemos Presupuesto, dependemos de un Fondo que maneja el ministerio de Defensa. Que van a hacer para adelante no sabemos, lo único que sé es que hay brigadas con Pampa, y si vos queres que la Fuerza Aérea vuele tenes que mantener y arreglar los Pampa. Si no manda a la Fuerza Aérea a su casa.
—¿El objetivo es que se cierre y se privatice todo?
—No lo sé, veo que es más una postura ideológica. La ideología liberal no ha funcionado, no veo racionalidad. Yo puedo entender que quieran vender a una empresa, pero que sea como parte un plan racional.
—¿Cuánta gente tiene en FAdeA hoy?
—950 trabajadores
—Con tres gremios, ¿no?, ¿qué dicen los gremios?
—Qué sé yo, lo único que hacen es asustar a la gente. La gente no va a quedar en la calle porque hay trabajo. El problema no es que alguien venga y compre acciones, el problema es que la quieras tirar abajo porque no te interese, y si te interesa déjame acceder al mercado libre de cambios, porque sino la ahogas a la empresa. El problema no es si es estatal o no, en EEUU la Lockheed Martines privada, pero el Estado va y la contrata porque no cualquiera puede tener una empresa así. Es así esto. En el mundo hay poquísimas fábricas de aviones, lo del libre mercado en la aeronáutica no va. ¿Estas dispuesto a sostener los aviones de las Fuerzas Armadas? Volar cuesta caro. Que el Estado venda FAdeA o acciones puede ser más caro. Lo importante es que haya proyectos a largo plazo. Y FAdeA lo tiene. Pero si no querés mantener los aviones no lo hagas, o no tengas Fuerzas Armadas, eso también puede ser. O sostenes a las Fuerzas Armadas y FAdeA cumple su función o no. El problema es el Estado nacional, no FAdeA. A la empresa la vamos a entregar en marcha, con proyectos y con una buena caja. Si van a bajar contratos no lo sé, pero si vos queres arruinar la empresa para después privatizarla me parece la cosa más poco inteligente. Es una dinámica de los´90. Hay momentos que digo pobre FAdeA.