Lula da Silva recibe a Emmanuel Macron: proyectos para la Amazonía

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y su par francés, Emmanuel Macron, lanzaron este martes un plan para recaudar más de 1.000 millones de dólares para invertir en proyectos de economía sostenible en la Amazonía brasileña y francoguayanesa.

El anuncio ocurrió al inicio de una visita de tres días del presidente francés a Brasil, que en un gesto simbólico se encontró con Lula en Belém, la ciudad amazónica del norte del país que en 2025 acogerá la COP30 contra el cambio climático.

Ambos presidentes se subieron a una embarcación que los llevó hasta la cercana isla de Combu para visitar una microempresa de producción de cacao, un ejemplo de bioeconomía.

En una fotografía publicada por Lula en la red social X, los dos mandatarios, vestidos con camisa blanca, se estrechan la mano mientras cruzan el río, sonrientes y con la mirada en el horizonte.

Con el plan anunciado este martes, Francia y Brasil pretenden recaudar “1.000 millones de euros de inversión pública y privada durante los próximos cuatro años” (1.080 millones de dólares), según el documento de la hoja de ruta.

La idea es conjugar la “conservación y la gestión sostenible de los bosques” con la “valorización económica” de sus territorios, poniendo a los “pueblos indígenas y las comunidades locales en el centro de la toma de decisiones”, añadió el documento.

Macron, el jefe indígena Raoni Metuktire y Lula da Silva se dan la mano en la isla Combu, cerca de Belem, Brasil, el 26 de marzo de 2024 (REUTERS/Ueslei Marcelino)Macron, el jefe indígena Raoni Metuktire y Lula da Silva se dan la mano en la isla Combu, cerca de Belem, Brasil, el 26 de marzo de 2024 (REUTERS/Ueslei Marcelino)

Lula ha hecho de la lucha contra la deforestación en la Amazonía una prioridad de su tercer mandato. La destrucción de la selva brasileña disminuyó hasta la mitad en 2023 respecto al año anterior.

El mayor bosque tropical del mundo desempeña un papel clave en la lucha contra el cambio climático, al absorber emisiones de dióxido de carbono. El 60% de la Amazonía se ubica en Brasil.

Además, la hoja de ruta propone el desarrollo de un “mercado de carbono que remunere a los países selváticos que inviertan en la recuperación de los sumideros naturales”, los ecosistemas que capturan grandes volúmenes de emisiones de carbono.

En Belém, Macron condecorará además al cacique Raoni con la Legión de Honor, la más alta distinción francesa.

El líder kayapó, reconocible por su gran disco labial y tocado de plumas amarillas, se ha convertido en la figura más emblemática de la conservación de la Amazonía.

Una nueva página

Se trata del primer viaje oficial de un presidente francés en once años al gigante sudamericano.

Ambos dirigentes asentarán un nuevo comienzo, tras los años de tensión entre los gobiernos de Macron y del presidente Jair Bolsonaro (2019-2022).

Francia, séptima economía mundial, y Brasil, novena, se consideran actores clave en una escena internacional marcada por la rivalidad entre China y Estados Unidos.

París ve a Brasilia como un puente con los “grandes emergentes”, cuya voz los brasileños tratan de hacer oír cada vez más por medio de su actual presidencia del G20 de las economías avanzadas y el grupo BRICS+.

Submarinos y Ucrania

En materia de defensa, Francia y Brasil cooperan en la fabricación de cuatro submarinos de propulsión clásica y el tercero de ellos, llamado “Tonelero”, será inaugurado el miércoles por ambos dirigentes en la base naval de Itaguaí, cerca de Rio de Janeiro.

El acuerdo, encargado a Naval Group, también prevé la construcción de un quinto submarino de propulsión nuclear para Brasil, pero hasta ahora sin transferencia de tecnología francesa respecto al reactor.

Otros asuntos serán más complejos: Macron también insistirá en que la guerra en Ucrania sea discutida este año en el seno del G20.

Pero Lula, que ha incomodado al defender una política de no aislamiento a Rusia, se ha mostrado hasta ahora evasivo.

Lula y Macron rubricarán esta visita con un encuentro el jueves en el palacio presidencial de Planalto en Brasilia.

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