Un nuevo tratamiento reduce el riesgo de muerte por cáncer de cuello uterino en un 40%

Los médicos están celebrando un nuevo régimen de tratamiento para el cáncer de cuello uterino que reduce el riesgo de morir en un 40%, el mayor avance contra esta enfermedad en los últimos 25 años, según un artículo publicado en el diario británico The Guardian.

El cáncer de cuello uterino es el cuarto más común entre las mujeres a nivel mundial, con aproximadamente 660.000 nuevos casos y 350.000 muertes cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el Reino Unido, se registran cerca de 3200 casos y 800 muertes anuales. Mientras que en la Argentina, según muestran las cifras del Ministerio de Salud de la Nación, en 2022 fallecieron 2222 mujeres por cáncer cervicouterino.

Muchas de las personas afectadas tienen alrededor de 30 años, y a pesar de las mejoras en el tratamiento, el cáncer regresa en hasta un 30% de los casos. El nuevo plan de tratamiento fue probado en pacientes reclutadas durante 10 años en países como Reino Unido, México, India, Italia y Brasil. Consiste en un breve ciclo de quimioterapia antes de someter a las pacientes a quimioradioterapia, el tratamiento estándar para el cáncer de cuello uterino, que combina quimioterapia y radioterapia.

Según una investigación liderada por la University College de Londres (UCL), los resultados del ensayo clínico de fase tres mostraron una reducción del 40% en el riesgo de muerte por la enfermedad y una disminución del 35% en la posibilidad de que el cáncer reaparezca en al menos cinco años. Los hallazgos fueron publicados en la prestigiosa revista científica The Lancet.

La doctora Mary McCormack, investigadora principal del ensayo en UCL, le dijo a The Guardian que este descubrimiento es el avance más significativo en el tratamiento del cáncer de cuello uterino desde finales del siglo pasado. “Este es el mayor progreso en la supervivencia desde la adopción de la quimioradioterapia en 1999″, señaló.

“Cada mejora en la supervivencia de una paciente con cáncer es importante, especialmente cuando el tratamiento es bien tolerado y se administra en un periodo relativamente corto, lo que permite a las mujeres volver a su vida normal rápidamente”, agregó la especialista.

Investigadores de UCL y el hospital University College London (UCLH) completaron un seguimiento a largo plazo de las pacientes que recibieron el ciclo corto de quimioterapia antes de la quimioradioterapia. El ensayo, financiado por el Cáncer Research UK y el Centro de Ensayos Clínicos de Cáncer de UCL, investigó si un breve ciclo de quimioterapia de inducción antes de la quimioradioterapia podría reducir las recaídas y muertes entre pacientes con cáncer de cuello uterino localmente avanzado que no se había diseminado a otros órganos.

El ensayo reclutó a 500 mujeres que fueron asignadas al azar para recibir el nuevo régimen de tratamiento o el tratamiento estándar de quimioradioterapia. Ninguno de los tumores de las pacientes se había extendido a otros órganos.

El estudio

En el estudio, un grupo recibió el nuevo régimen de seis semanas de quimioterapia con carboplatino y paclitaxel. Esto fue seguido por radioterapia estándar más quimioterapia semanal con cisplatino y braquiterapia, conocida como quimioradioterapia. Mientras tanto, el grupo de control recibió solo la quimioradioterapia habitual.

Después de cinco años, el 80% de quienes recibieron primero el breve ciclo de quimioterapia seguían con vida, y en el 72% de los casos el cáncer no había regresado ni se había extendido. En el grupo de tratamiento estándar, el 72% seguía con vida y el 64% no había experimentado la reaparición o propagación del cáncer.

Por otro lado, UCL informó que el ensayo encontró una reducción del 40% en el riesgo de muerte y una disminución del 35% en el riesgo de reaparición del cáncer al comparar ambos grupos utilizando una métrica diferente.

Abbie Halls, una gerente de atención al cliente en una empresa radicada en Londres que fue diagnosticada con cáncer de cuello uterino a los 27 años, es una de las mujeres que recibió el nuevo tratamiento. “Llevo más de nueve años libre de cáncer y no estoy segura de si estaría aquí sin el tratamiento que recibí”, dijo la mujer de 37 años. “Estoy feliz de haber podido contribuir al avance de esta investigación, que espero salve la vida de muchas más mujeres en los próximos años”.

Los resultados han generado llamados para que este régimen se implemente en todo el Reino Unido e internacionalmente. McCormack señaló: “Un breve ciclo de quimioterapia de inducción antes del tratamiento estándar de quimioradioterapia mejora notablemente la supervivencia general y reduce el riesgo de recaída en pacientes con cáncer de cuello uterino localmente avanzado”.

“Este enfoque es una forma sencilla de hacer una diferencia positiva, utilizando fármacos ya existentes que son económicos y están aprobados para su uso en pacientes. Ya ha sido adoptado por algunos centros oncológicos y no hay razón para que no se ofrezca a todas las pacientes que se someten a quimioradioterapia para este cáncer”, agregó.

El doctor Iain Foulkes, director ejecutivo de investigación e innovación en Cáncer Research UK, comentó: “El simple acto de añadir quimioterapia de inducción al inicio del tratamiento con quimioradioterapia para el cáncer de cuello uterino ha dado resultados notables. Cada vez más evidencia muestra que la quimioterapia adicional antes de otros tratamientos, como la cirugía y la radioterapia, puede mejorar las posibilidades de éxito del tratamiento en pacientes. No solo puede reducir las probabilidades de que el cáncer regrese, sino que también se puede administrar rápidamente, utilizando medicamentos disponibles en todo el mundo”.

Indicaciones para la prevención

  • Vacunación: la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) aprobó la implementación de una única dosis para niños y niñas de 11 a 20 años de la vacuna tetravalente o nonavalente en la Argentina a partir del 1° de enero de este año. La vacuna es gratuita y obligatoria. Sin embargo aquellas personas que inicien su vacunación entre los 21 y los 26 años continúan recibiendo dos dosis. Mientras que en personas con inmunocompromiso se mantendrá la inoculación de tres dosis hasta los 26 años.
  • Prevención secundaria: en las jurisdicciones que aún no han incorporado el test de VPH como tamizaje primario, el Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cervicouterino recomienda la realización de un Papanicolau (PAP) a partir de los 25 años. Si durante 2 años seguidos el PAP da negativo, la frecuencia de testeo recomendada es de 3 años. En las jurisdicciones que ya cuentan con el test de VPH, el Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cervicouterino recomienda su realización a partir de los 30 años. La frecuencia de testeo recomendada luego de un test de VPH negativo es de 5 años. Es importante señalar que, para las mujeres que tengan entre 25 y 29 años, así como embarazadas, la prueba recomendada es, en el marco de la estrategia test de VPH, el PAP.

Alejandro Horvat

VIALa Nación