El Gobierno le quita terrenos con instalaciones, al Instituto Nacional del Agua

El Poder Ejecutivo quiere vender parte del predio del INA en Ezeiza. Allí hay dos naves industriales para hacer modelado de represas y una de ellas se estaba modificando para poner en marcha un sistema de simulación de olas y mareas, que sirve para analizar la instalación de puertos.

Mediante la resolución 88/25, el Gobierno nacional declaró que 72 hectáreas que pertenecen al Instituto Nacional del Agua (INA) no son necesarias para el organismo y, por lo tanto, pasan a depender de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), con lo que quedan librados para ser vendidos. En esos terrenos está el Centro Hídrico Ezeiza del INA, en una ubicación que hoy es estratégica. Cerca de la autopista, cerca del Aeropuerto Ministro Pistarini y del predio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

En junio de este año, unas 7 hectáreas de los terrenos del INA fueron entregadas en uso al club River Plate de forma provisoria y sin el pago de una contraparte. Ya había antecedentes: en el año 1999, el entonces presidente Carlos Menem, fanático de River, le cedió a este club en calidad de préstamo (por 99 años) 7 hectáreas del terreno del INA, adonde se instaló el River Camp. En 2016, el presidente Mauricio Macri prestó otras 7 hectáreas del mismo terreno al club, por lo que el club está usando hoy 21 hectáreas de instalaciones originalmente pensadas para el desarrollo de actividades de ciencia  y tecnología. River ya está dentro del predio cedido desde junio, hizo el cercado perimetral para cerrarlo y tiene maquinaria trabajando.

Desde sectores opositores de la comisión directiva de River se quejan de que el permiso de uso sea provisorio, lo que hace que las inversiones que puedan hacer en el predio sean perdidas a simple firma del Poder Ejecutivo y sin derecho a un reconocimiento de las inversiones. No hay explicación oficial de por qué se le entrega capital del sistema científico nacional a un club y de manera gratuita.

Las dos naves industriales, de 2500 y 3000 metros cuadrados, tienen cisterna, capacidad de bombeo y válvulas que son necesarias para hacer los ensayos a escala.

Qué hay en los terrenos del INA que se quieren vender

En los terrenos del INA que se quieren vender funcionan dos naves industriales para hacer modelado de represas y se estaba modificando una de ellas para instalar un sistema de simulación de olas y mareas que sirve para analizar la instalación de puertos. El instituto viene siendo atacado por la cual gestión nacional de forma sistemática, al igual que muchas otros organismos del sistema científico-tecnológico.

En junio, el INA fue degradado de organismo descentralizado a una unidad organizativa dentro de la Secretaría de Obras Públicas. El decreto 396/25 que hizo esta regulación debe ser revisado por el Congreso el miércoles 17 de septiembre junto con los vetos presidenciales a los proyectos de Emergencia Pediátrica y Financiamiento Universitario.

Desde febrero de 2024 el INA carece de una autoridad, por lo que la firma de los despachos debe ser hecha por el subsecretario de Recursos Hídricos, lo que en los hechos ya lo había convertido en un organismo dependiente del Poder Ejecutivo. En esta gestión ya tuvo dos subsecretarios de Recursos Hídricos diferentes, primero Andrés Rodríguez y, desde febrero de este año, Bartolomé Heredia.

El terreno que pasa a disponibilidad tiene una forma caprichosa ya que rodea a un radar meteorológico que quedaría dentro del predio del INA. Sin embargo, entrega infraestructura importante del instituto: dos naves industriales, de 2500 y 3000 metros cuadrados, que tienen cisterna, capacidad de bombeo y válvulas que son necesarias para hacer los ensayos a escala. Pese a que se trata de capacidades importantes, según el decreto que cede estos terrenos a la AABE, esta acción no restaría capacidad al INA.

Mariano Re, jefe de Hidráulica Computacional del INA, dijo: “Hoy no se están haciendo represas en la Argentina pero si quisiéramos hacerlas acá, o en la región, sería necesario tener esta infraestructura. Una de estas naves se usó para hacer los estudios de Yacyretá, la obra pública más grande del país. Pero la otra nave se usó hace poco para hacer ensayos para la obra de ampliación del Canal de Panamá, una obra mundial. Y esa nave estaba en proceso de refuncionalizarse para poner un tanque de olas, que se iba a comprar con un proyecto de Equipar Ciencia, un programa del Gobierno anterior, para estudiar en esa nave todo lo que tiene que ver con energías marinas y puertos. Hoy el país está haciendo puertos, estamos trabajando para YPF para las ubicaciones del nuevo puerto del Golfo de San Matías, simulando las corrientes de marea y el oleaje, que sería muy necesario para poder exportar GNL (gas natural licuado). No fuimos escuchados y se están entregando capacidades que sirven para muchos proyectos”. Otra parte importante de este terreno no estaba actualmente en uso pero sí fue mantenido en condiciones por el INA y se podría usar para ampliar las capacidades científicas.

En una de las naves que ocupan el terreno a vender se hacen simulaciones de represas como la de Yaciretá.

Qué hace el INA

Según la resolución que declara innecesarios los terrenos, el subsecretario de Recursos Hídricos a cargo del INA manifestó que los terrenos ya no son necesarios. Sin embargo, los trabajadores del instituto tienen otra opinión. “Estamos trabajando mucho, nos llega esto cuando estamos con proyectos de una envergadura muy grande. En 60 años que tiene el INA trabajamos en todos los proyectos importantes del país que tienen que ver con el agua. Además de con YPF en el Golfo de San Matías, hoy estamos trabajando en una obra para proteger la localidad costera de Las Toninas, que es importante para la gente pero también para la entrada de todos los cables submarinos que traen Internet al país. Estamos haciendo un trabajo de medición para Rosario, en la zona del Parque España, por un desmoronamiento de la barranca del río. Y se está iniciando un trabajo muy importante de medición de la calidad y cantidad de agua que pasa frente a las tomas de agua potable de 32 localidades del río Paraná. Estamos muy activos y tratando de defender la institución. Todo el proceso de entrega de este terreno fue muy veloz”, dijo Re.

El INA es una institución chica, con 254 personas con capacidades muy específicas, distribuidas entre Córdoba, San Juan, Mendoza, Santa Fe y Buenos Aires. El organismo tiene un presupuesto congelado en 8000 millones de pesos, lo cual es muy bajo para el impacto que tiene en la actividad económica. Por ejemplo, hacen los pronósticos para la ruta de navegación del Paraná, información clave para tomar decisiones sobre cuánta carga embarcar o si zarpar o no, que influye en miles de dólares de rentabilidad en esa actividad. Tener que hacer alguna modificación en una obra hidráulica, ya sea el desvío de un río o en una represa, son obras que demandan grandes inversiones y dependen de modelos que se ensayan en el INA.

“Queremos dar a conocer lo que nos está pasando. Tenemos muchos clientes privados que nos apoyan y conocen la importancia de nuestro trabajo porque lo usan todos los días. También estamos hablando con legisladores para rechazar el decreto que nos centraliza pero a la vez tenemos que seguir trabajando, entregando informes y yendo a los ríos a hacer mediciones. Esto es un proceso de degradación programada, no nos nombran presidente, nos sacan terreno y laboratorios, y mientras tanto estamos perdiendo personal importante. Al inicio de la gestión de este Gobierno éramos 330 empleados y en poco tiempo pasamos a ser 254. Perdimos a gente muy formada, con conocimientos muy específicos, que llevaba décadas en el organismo, y toda esa cadena de formación virtuosa se pone en peligro. Hay una mirada del Gobierno de que esto no tiene que estar en el Estado pero nosotros sostenemos que sí, porque trabajamos con el agua y la Argentina tiene grandes ríos que atraviesan diferentes provincias, que limitan con otros países, y el país tiene que tener un organismo que tenga una mirada técnica, que se pueda sentar en mesas que requieran conocimiento para tomar decisiones nacionales”, finalizó Re.

Matías Alonso

VIATSS UNSAM - Matías Alonso