Bioceres, el gigante biotecnológico argentino: sus acciones cayeron casi un 90% en Wall Street

Bioceres Crop Solutions (BIOX), la firma argentina detrás de la semilla HB4 resistente a la sequía -una de las patentes más valiosas desarrolladas en nuestro país- atraviesan colapso en su cotización bursátil. Tras tocar los u$s15,70 por acción en 2021 y alcanzar una valuación cercana a los u$s900 millones en 2022, hoy apenas supera los u$s1,70 en Nasdaq, con un market cap inferior a u$s110 millones. Riesgos de la capitalización bursátil.

El desplome —de casi 90%— la convierte en una de las compañías argentinas con peor desempeño en Wall Street en los últimos tres años.

La tormenta que hundió las ventas

El declive comenzó a mediados de 2024, cuando coincidieron tres factores: la baja internacional del precio de la soja, la decisión de productores argentinos de frenar compras de insumos y un entorno financiero más estricto. Esa combinación redujo ingresos y márgenes, dejando a Bioceres a la espera de que sus clientes vuelvan a recomponer inventarios.

Entre abril y junio de 2025, las ventas cayeron 40% interanual, hasta u$s74,7 millones, muy por debajo de los u$s110 millones previstos por analistas. La compañía reportó además una pérdida operativa de u$s14,9 millones y un rojo total de u$s48 millones en el trimestre, lo que desató un desplome intradiario de más del 20% en sus acciones.

«Un año con lecciones duras»

«Este es el primer año a la baja en la serie desde que salimos a bolsa en 2019, y uno que viene con importantes lecciones en términos de gestión de riesgos y prudencia financiera», admitió Federico Trucco, CEO de Bioceres, en una conferencia con inversores.

El ejecutivo describió el último trimestre fiscal como «muy decepcionante para un año fiscal extremadamente desafiante».

Deuda en Argentina y tensiones con acreedores

El golpe bursátil coincidió con otra crisis en el frente local. Bioceres S.A., controlante del 40% de Bioceres Crop Solutions, comenzó a incumplir el pago de pagarés en pesos y dólares desde junio.

La tensión escaló en una reunión con acreedores en la que Alejandro Antalich, CEO de Moolec Science —hoy principal accionista del grupo tras una reestructuración—, reconoció el desborde financiero y pidió a los bonistas «ideas» para salir de la situación.

La empresa había emitido deuda para recomprar acciones de BIOX, pero la estrategia se derrumbó al continuar la caída del papel.

Estrategias bajo la lupa

La compañía también enfrenta cuestionamientos por decisiones estratégicas previas. En 2022 emitió 25% de su capital para adquirir Marrone Bio Innovations, una firma estadounidense que acumulaba pérdidas anuales por u$s11 millones. Trucco defendió entonces la operación asegurando que aportaba competitividad futura, aunque la acción nunca reflejó esa expectativa.

Otro viraje fue el abandono del modelo «identity preserve» para las semillas HB4, que exigía controlar toda la cadena de valor. La empresa admitió que el esquema fue demasiado ambicioso y ahora apuesta a alianzas con jugadores del sector como Don Mario (GDM) y Colorado Wheat Growers para reducir costos y mejorar márgenes.

Incluso el acuerdo con Syngenta firmado en 2022 —estimado en u$s230 millones a diez años— quedó corto: apenas generó u$s18 millones en ingresos compartidos en 2025.

Perspectivas: entre el mercado local y la esperanza externa

Argentina sigue siendo el corazón de Bioceres, aportando más de la mitad de su facturación, pero la demanda se desplomó. Un ejemplo: las ventas de fertilizantes microgranulados se redujeron a menos de la mitad en un año, de 30.000 a 14.000 toneladas. No obstante, Trucco destacó que los inventarios de clientes están casi agotados, lo que podría impulsar nuevas compras.

Contrariamente, el CEO señaló que la derrota electoral del oficialismo en la provincia de Buenos Aires en septiembre podría acelerar ventas por temor a una devaluación. «Es un poco contraintuitivo, pero cuando hay riesgo cambiario los productores tienden a precomprar», explicó.

Fuera del mercado argentino, la compañía mostró señales más alentadoras: en 2025 creció 17% en Estados Unidos y 29% en Brasil. Trucco subrayó que hoy la prioridad es la generación de caja antes que el crecimiento acelerado: «Capital de trabajo, rentabilidad y márgenes son los indicadores clave mientras buscamos estabilizar la operación».

¿Un rebote posible?

A pesar del derrumbe, los analistas mantienen expectativas de recuperación. Los nuevos precios objetivos, más bajos pero optimistas, oscilan entre u$s2,50 y u$s5 por acción, el doble o el triple de la cotización actual.

Sin embargo, el historial de proyecciones incumplidas deja dudas sobre si la acción podrá realmente recuperar parte del terreno perdido.

VIAIProfesional