Un avance en el Congreso para defender la ciencia

La Cámara de Diputados aprobó el proyecto de Ley de Emergencia y Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología, e Innovación y ahora deberá pasar al Senado, adonde se espera su aprobación final con el objetivo de recuperar la inversión del Estado en el sistema científico-tecnológico.

La votación en la Cámara de Diputados que finalmente aprobó el proyecto de Ley de Emergencia y Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología, e Innovación se vivió como una fiesta por parte de toda la comunidad científica porque significaría un principio de solución al calvario de sueldos bajos y falta de financiamiento para los proyectos de investigación. Además, el proyecto incluyó considerar algunas empresas públicas del sistema científico como bienes estratégicos del Estado, por lo que no se podrían privatizar. Allí se incluyen algunas empresas como Nucleoeléctrica Argentina, Fabricaciones Militares y FADEA, hoy en procesos avanzados para ser entregadas a capitales extranjeros. Una vez aprobada esta legislación será necesario que para privatizar una de estas empresas públicas se haga una ley específica que sea votada en el Congreso.

El proyecto se logró aprobar con 132 votos a favor y ninguno en contra. Esto es porque todo el arco oficialista y aliados se retiraron del recinto para intentar que la sesión perdiera el quórum necesario de 129 diputados presentes a la hora de votar.

Jorge Geffner, director del departamento de Microbiología, Parasitología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la UBA, y miembro de la Red Argentina de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (RAICYT), dijo: “Desde que asumió Milei hay un desfinanciamiento absoluto de la ciencia y la tecnología por parte del Estado y salarios que han perdido de un 25% a un 35% de su capacidad de compra. En el CONICET está cerrado el ingreso a la Carrera de Investigador Científico y el financiamiento de proyectos que venía de la Agencia I+D+i, cuya presidenta es Natalia Avendaño, no financia absolutamente nada. La convocatoria actual la prorrogaron por séptima vez consecutiva y la previa, que deberían haberla ejecutado en esta gestión, tiene dictamen y proyectos aprobados pero la desconocieron. Eso se traduce en una crisis muy importante y en el éxodo de muchos jóvenes de forma masiva”.

Función CyT (2015-20125)

La Función Ciencia y Tecnología del Presupuesto Nacional se proyecta para fin de este año en 0,16% del PBI, valor mínimo histórico, incluso por debajo del valor de 2002 (0,17%). Fuente: CIICTI/Grupo EPC.

El proyecto aprobado repone en funcionamiento la Ley 27.614 de Financiamiento de la Ciencia, que había sido suspendida dentro del articulado de la Ley Bases y que se pretendía derogar completamente en el próximo proyecto de Ley de Presupuesto. Esta ley plantea un aumento progresivo del financiamiento de la ciencia como porcentaje del PBI hasta llegar al 1% del mismo en 2032. En este año, el gasto en ciencia según esa ley debería ser de 0,45% del PBI, pero el Gobierno bajó la Función Ciencia y Tecnología del Presupuesto Nacional a 0,16% del PBI para 2025, valor mínimo histórico, incluso por debajo del valor de 2002 (0,17%), según datos de Grupo EPC/CIICTI. Esto llevó a la paralización total del sistema y al nivel más bajo desde la vuelta de la democracia. Además, se exige la actualización de los sueldos del personal del Sistema Científico Nacional de acuerdo al índice de inflación del INDEC tomando como base el de diciembre de 2023, de la misma forma que lo estipuló la recientemente aprobada, e insistida, Ley de Financiamiento Universitario.

¿Hay posibilidad de que el Gobierno no cumpla la ley una vez aprobada? “Con este Gobierno existe esa posibilidad, como pasó con la Ley de Discapacidad que hoy está vigente, y con la excusa de preguntar de dónde se sacan los fondos la mandan de vuelta al Congreso, algo no previsto en la Constitución Nacional. Ellos sacan fondos alegremente de donde quieren cuando los necesitan. Pero igual es un paso importante tener los acuerdos y poder tener una ley vigente para después reclamar judicialmente porque este proyecto impone sanciones penales a su incumplimiento. Ahí aparecerá la pelea para que aparezcan los fondos, que cuando el Gobierno quiere los consigue enseguida”, dijo Geffner.

El dinero invertido en el sistema deberá usarse para cumplir los objetivos del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, formulado por el exsubsecretario de Políticas y Planificación del exMINCYT, Diego Hurtado, en diálogo con la comunidad científica, ya que el gobierno actual no formalizó ningún plan de ciencia.

«En el CONICET está cerrado el ingreso a la Carrera de Investigador Científico y el financiamiento de proyectos que venía de la Agencia I+D+i, cuya presidenta es Natalia Avendaño, no financia absolutamente nada», dijo Geffner.

El proyecto original, al que luego se agregaron modificaciones, fue presentado por el diputado Daniel Gollán de ña Provincia de Buenos Aires (UxP), y contó con el apoyo de los radicales que responden al diputado Facundo Manes, y los socialistas Esteban Paulón, y Mónica Fein.

La paralización de los proyectos es dramática pero hay un problema que será muy difícil que solucionar en el largo plazo: las renuncias de personal y el abandono de las carreras científicas. Geffner dijo: “Se están perdiendo muchos recursos humanos, poco más del 20% en cada centro de investigación, muy concentrado en los jóvenes, que son el semillero. Eso desarticula los grupos, hace que no se puedan cumplir compromisos con empresas, con institutos del extranjeros y, mientras no se abran los ingresos a CONICET, no hay forma de tener más científicos. El que terminó su doctorado en tiempo y forma no tiene cabida en el sistema y son carreras que tomaron muchos años y mucha inversión. Si yo veo hasta marzo del año que viene y hago el análisis de los dos años de este Gobierno, perdí el 25% de los recursos humanos en mi grupo de investigación, especialmente los profesionales de entre 28 y 38 años. Acá tenemos muchos que se reciben de médicos entre los 25 y los 27 años, después hacen su tesis doctoral, que terminan a las 30, o 32 años, y ahí se les están cerrando los caminos para investigar. El otro día hablaba con Raquel Chan, que hizo una semilla resistente a la sequía, patentada y que se vende y cultiva en muchos países, y me contaba que se le está desarticulando el grupo de investigación porque no hay continuidad para la gente que se está formando. Y eso esta pasando en todas las áreas de investigación. Es angustiante ver cómo se están disgregando los grupos”.

Geffner también lamentó el destrato hacia la comunidad científica de las autoridades actuales, como Genua (secretario de Innovación Ciencia y Tecnología y Avendaño (presidenta de la Agencia I+D+i. “No plantean ninguna meta, no saben, no consultan, solo vinieron a hacer un ajuste y no se les cae una idea”, dijo.

Matías Alonso

VIATSS UNSAM - Matías Alonso