El titular de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general Enrique Amrein ordenó suspender todos los vuelos de los aviones IA-63 Pampa. La decisión, que abarca a todos los jet basados en la IV Brigada Aérea de Mendoza y a los 3 aparatos asignados a la VI Brigada Aérea de Tandil, responde a que se sobrepasó en 4 años el plazo de vida útil del tren inicial de explosivos que produce la voladura y expulsión de la cúpula de la cabina al momento de la eyección del piloto.
Esas aeronaves se utilizan para la formación de los pilotos de caza y también en tareas de control del espacio aéreo en el operativo Fronteras que dispuso el Gobierno nacional.
El frente interno de la fuerza recibió mal la noticia en momentos que se clama por acceder al puñado de horas de vuelo remanentes de este año.
Según distintas versiones, la nota del contratista Aerospace System, proveedor del explosivo iniciador, fechada el 2 de septiembre de 2014, fue «descubierta» en oficinas del Comandante de Adiestramiento y Alistamiento, brigadier mayor Alejandro Amorós, en instalaciones de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), constructora del Pampa o en el grupo Técnico de la IV Brigada Aérea de Mendoza.
El texto firmado en 2014 por Aerospace establecía que la vida útil del tren inicial de explosivos provistos para la cúpula de los Pampa vencía en 3 años. El plazo dado por el proveedor se excedió en 4 años sin que a la fecha se hayan renovado esos elementos esenciales para salvaguardar la vida de los tripulantes.
La Fuerza Aérea sostiene en documentación propia que el lapso de vida útil es de 8 años. El representante local de Aerospace Systems, Juan Lamb ha ratificado que el vencimiento opera en 3 años.
El diario Ámbito señala que esta situación echa sombra sobre el plan de entregar los tres Pampa serie III producidos por FadeA, que AgendAR informó recientemente. Tambíén afirma que parece un calco de otra grave omisión en el plan de mantenimiento revelada en junio pasado, cuando se excedió en dos años el programa de overhaul de vida útil del tren de aterrizaje de los aviones Saab que la fuerza tiene asignados a los vuelos de fomento de LADE. A la fecha sólo uno de los tres de dotación está cumpliendo la frecuencia entre ciudades patagónicas.
Es cierto que cronistas veteranos de la guerra de Malvinas cuentan que la FAA volaba rutinariamente sus A4 con asientos de eyección que habían pasado largamente su fecha de inspección y cambio de repuestos. ¿Hay un hábito en la fuerza de menospreciar el riesgo a sus pilotos?