El periodista Carlos Burgueño afirma en el Ámbito de hoy que el Gobierno le hizo a Xi Jinping dos promesas concretas, respondiendo a las mayores inquietudes de China en el país. Las dos principales obras que los orientales tienen en la Argentina, la represa Condor Cliff-La Barrancosa y la futura central nuclear Atucha III, se definirán positivamente en el primer trimestre del año próximo.
Mauricio Macri habría avalado la resolución de los proyectos. Y el acuerdo por la ampliación del swap con China hasta un total de u$s 19.000 millones sería la prueba que el país asiático confía en el compromiso.
La necesidad de obra pública por parte del Gobierno nacional mirando las elecciones de 2019 y la obligación de acelerar gestos con Xi Jinping luego de la ayuda financiera aceleraron las decisiones políticas.
En el caso del proyecto Condor Cliff-La Barrancosa, sólo queda un detalle por solucionar: eliminar del listado de socio local Chino a Electroingeniería, y reemplazarlo por otra compañía constructora de capitales argentinos. En el caso de la central nuclear, se buscará el momento para hacer el anuncio, sin que éste genere suspicacias internacionales.
El Complejo Condor Cliff-La Barrancosa ya comenzó, aunque de manera muy tenue y sólo para que la obra no se paralice, aunque ya tiene un año de demora. Comenzará ahora la selección de la empresa que se asociará el casting para rearmar la sociedad con la china Gezhouba, y el andamiaje judicial para que la reformulación de la nueva compañía constructora no sufra trabas en Comodoro Py.
No será fácil: el grupo que quedó segundo lugar en aquella licitación de abril de 2013, fue el que habían formado para la ocasión la también china Sinohydro con Iecsa en ese entonces de la familia Caputo, Chediak, Esuco de Carlos Wagner y Austral Construcciones de Lázaro Báez, todas empresas implicadas en la misma causa de los Cuadernos.
El otro proyecto que se destrabó en Buenos Aires, y que también será presentado en sociedad en el primer trimestre del próximo año, es la construcción de una central nuclear del tipo Power Hualong, sistema de agua liviana y uranio enriquecido, que los chinos construirán en Lima, provincia de Buenos Aires junto a las dos Atucha, y financiarán integralmente con 8 años de gracia para pagarla.
Será el proyecto bautizado Atucha III, una idea que generó ciertas inquietudes desde los Estados Unidos y que Macri se encargó de explicar durante su presentación ante Donald Trump. Para China, ese negocio es clave: será la primera exportación de ese tipo fuera de su territorio. Hay un tercer interesado en acelerar este acuerdo: el Gobierno de María Eugenia Vidal, ávido de noticias sobre obras públicas para anunciar durante el electoral 2019″.
Hasta aquí, la información de Burgueño. Por nuestra parte, sólo cabe repetir lo que dijimos cuando la comunidad nuclear, y otros sectores, tuvieron la información que el proyecto se mandaba al «freezer»: la Argentina tiene una experiencia de casi 70 años en la construcción de centrales nucleares. Puede y le conviene hacer acuerdos con otros, pero siempre que exista una significativa participación de sus técnicos y sus empresas.