«Generación Z» es uno de esos términos que se imponen desde el periodismo, y no tienen definición precisa. Pero en este caso se puede considerar que abarca a los nacidos entre 1995 y 2005.
Pues en una encuesta global a 12 mil estudiantes de nivel terciario y universitario, el 94% contestó que no se siente listos para empezar a trabajar.
Muchos de esos jóvenes menores de 24 años se educaron utilizando tecnología. Aún así, solo el 57% creen que su educación los preparó satisfactoriamente para el futuro. Ese sentimiento de inseguridad y de falta de preparación proviene de no saber si cuentan con las habilidades que están buscando los empleadores.
Sorprendentemente, aunque crecieron sumergidos en tecnología, la mayoría de los encuestados prefieren aprender estas competencias de sus compañeros de trabajo que en programas en línea; e ir a la oficina y trabajar en equipo que de manera independiente en su casa.
La encuesta también indicó que para el 2020, uno de cada cinco trabajadores en el mundo serán de la generación Z, por lo que será esencial realizar un esfuerzo colaborativo entre empresas y escuelas para apoyar a las nuevas generaciones a dominar las distintas habilidades y prepararlas para la fuerza laboral.
Dicho esfuerzo podría abarcar desde crear programas para construir competencias blandas, por medio de prácticas o rotación de trabajo, hasta que las empresas inviertan en tecnología para aprovechar las fortalezas de las nuevas generaciones.