Un grupo de científicos argentinos logró editar genéticamente al toro «Fuego» de la raza vacuna Brangus para avanzar a animales con carne más magra y productivos.
La investigación la hicieron científicos de Kheiron Biotech. Se realizó en Pilar, Buenos Aires, con la técnica de tijeras de edición génica CRISPR-Cas9. La edición génica permite concentrarse en determinados genes de interés y realizar cortes para luego editarlos.
En este caso lo que se hizo fue silenciar la expresión de un gen que codifica para la miostatina (proteína que inhibe el crecimiento del músculo llegado cierto punto), lo que genera animales con mayor masa muscular y beneficios productivos como carne más magra y mayor producción de proteína por animal.
En la investigación demostraron esto con células modificadas para clonar e inclusive en embriones que se transfirieron a vacas receptoras preñadas. Así se podría tener el mismo toro clonado pero modificado genéticamente para que no exprese la miostatina.
«Estos resultados representan un gran avance en términos reproductivos y podrían tener un fuerte impacto, ya que la gran ventaja de esta herramienta es que permite obtener ganado con nuevas características genéticas en mucho menor tiempo y de forma no azarosa», dijo Gabriel Vichera, director científico del laboratorio Kheiron Biotech y responsable del proyecto.
Kheiron Biotech, especializada en clonación equina, es una compañía del Grupo Proinvesa de capitales argentinos y que nuclea firmas de real estate, agronegocios, genética y biotecnología.
«El objetivo final es obtener diferentes rodeos generados mediante clonación y edición genética con características diferenciales con mayor contenido proteico, resistencia a enfermedades y adaptabilidad a condiciones climáticas adversas», dijo Daniel Sammartino, CEO del grupo Proinvesa.
Por ahora el proyecto tiene el estatus de «no regulado» por parte de la Dirección Nacional de Biotecnología y la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (Conabia). Sin embargo, los animales podrían criarse a campo sin requerimientos adicionales y su aprobación para consumo humano no demandaría mucho tiempo.
El INTA tiene varias líneas de trabajo con edición génica. Al respecto, el año pasado un equipo de investigadores del INTA y de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) logró modificar con la tecnología de edición génica en embriones bovinos el gen de la beta-lactoglobulina, principal alérgeno presente en la leche de vaca. El avance apunta a obtener un animal productor de leche hipoalergénica, que no tenga la capacidad de producir esa proteína que genera esta afección.