A días de las PASO, el candidato por el Frente de Todos Alberto Fernández, le hizo un guiño a uno de los sectores sociales más activos y desencantados con el actual gobierno: durante una reunión en la que recibió el apoyo público de investigadores y profesores universitarios, Fernández prometió que, en su eventual presidencia, volvería jerarquizar el área y convertirla en Ministerio de Ciencia y Tecnología.
El candidato fue presentado por el matemático y periodista Adrián Paenza que bromeó con el público que desbordaba el aula magna de la facultad de ciencias exactas de la UBA y que esperó con paciencia sus palabras por casi una hora y media. Paenza ensayó una de sus didácticas demostraciones, esta vez aplicada a que si cada votante lograra persuadir a otros dos para votar al Frente, en pocas semanas la progresión matemática haría que en menos de un mes haya cientos de millones de electores dispuestos a poner la boleta correspondiente.
Para mostrar el amplio acompañamiento del sector, Fernández subió al escenario rodeado de varias decenas de investigadores destacados como Alberto Kornblihtt, Ana Franchi, Andrea Gamarnik, Andrés Kreiner, Daniel Filmus, Dora Barrancos, Roberto Salvarezza y Juan Pablo Paz y también de becarios y aspirantes a ingresar al Conicet.
En ese marco, Alberto Fernández reveló que «en 2007 yo tuve la idea de que el gobierno jerarquizara el área y le sugerí a Cristina armar el ministerio, algo que se llevó a cabo». Con esa anécdota no se privó de tirar un palito al presente ya que insinuó -con una sonrisa- que «tal vez si nos equivocamos al nombrar al ministro (por Lino Barañao, funcionario que sigue hasta ahora en esa función).»
Apenas iniciado el acto, la doctora Graciela Morgade, decana de la facultad de filosofía y letras, le entregó al candidato una adhesión a la fórmula, respaldada en una solicitada firmada por más de 8000 científicos del Conicet, la UBA y otros organismos ligados a la ciencia y la tecnología, e incluso varia decenas de profesionales emigrados, que trabajan en universidades de otros países.
Esta declaración pública está redactada en términos llamativos, apuntando -de alguna manera- a cierta conciliación de diferencias ideológicas. Es que, si bien aclara que «queremos cerrar la etapa de restauración conservadora abierta en 2015, que condena a nuestro país al atraso, endeudamiento y pobreza», también reconoce que se firma «desde una perspectiva pluralista, por un colectivo que incluye personas con historias y visiones políticas diversas». Y convoca a la ciudadanía en general y a la comunidad científica, tecnológica y universitaria en particular, a acompañar la fórmula Fernández – Fernández.
Aunque el acto fue breve, Alberto Fernández tuvo oportunidad de asegurar que «entre pagar las Leliqs y apoyar a los investigadores, se muy bien donde va mi voto». Y se comprometió a que haya «reconocimientos a los científicos y recursos para que trabajen».