El Dr. Pablo Canziani, Director de la Unidad de Investigación y Desarrollo de las Ingenierías (UIDI) en la UTN Buenos Aires e investigador principal del CONICET, participó de la redacción del documento “The Truth Behaind The Climate Pledges”, que se presentó esta tarde ante la Convención Marco de Naciones Unidas contra el Cambio Climático.
El documento -publicado en inglés- sostiene que “para lograr el objetivo más ambicioso del Acuerdo de París, que es mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 ° C (2,7 ° F) por encima de los niveles preindustriales, se requiere reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 50 por ciento para 2030”.
Pero advierte que al analizar los compromisos para reducir las emisiones en los próximos 10 años se evidencia que “el 75 por ciento de las promesas climáticas son parcial o totalmente insuficientes para contribuir a reducir las emisiones de GEI en un 50 por ciento para 2030, y es poco probable que algunas de estas promesas se cumplan”.
El informe fue elaborado por el Dr. Canziani junto a Sir Robert Watson –del Reino Unido-, ex presidente del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) y la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (IPBES), Científico Jefe del Banco Mundial para el Desarrollo Sostenible y Asesor Principal de la Casa Blanca; el Dr. James McCarthy –de Estados Unidos-, ex copresidente del Grupo de trabajo II del IPCC, ganador del Premio Tyler 2018 para el Logro Ambiental; el Prof. Dr. Nebojsa Nakicenovic –de Austria-, autor principal del Grupo de trabajo III del IPCC, autor principal del informe especial sobre escenarios de emisiones, subdirector general del IIASA; y por Liliana Hisas –de Argentina-, Directora Ejecutiva del Fondo Ecológico Universal y coordinadora del proyecto Acting on Climate Together. Allí advirtieron que “de las 184 promesas climáticas, 36 se consideraron suficientes (19 por ciento), 12 parcialmente suficientes (6 por ciento), 8 parcialmente insuficientes (10 por ciento) y 128 insuficientes (65 por ciento)”.
El trabajo sostiene, además, que “las emisiones de los cuatro principales emisores combinados representan el 56 % de las emisiones mundiales de GEI: China (26.8 por ciento), Estados Unidos (13.1 por ciento), la Unión Europea y sus 28 Estados miembros (9 por ciento) e India (7 por ciento)”.
Si bien China, el mayor emisor, se comprometió a reducir su intensidad de carbono en un 60-65 % desde los niveles de 2005 para 2030, “las emisiones de CO2 de China aumentaron en un 80 por ciento entre 2005 y 2018 y se espera que continúen aumentando durante la próxima década dada su tasa de crecimiento económico proyectada”, según el informe.
Estados Unidos se comprometió en 2015 a reducir las emisiones en un 26-28 por ciento desde los niveles de 2005 para 2025. Pero la administración actual retiró al país del Acuerdo de París y redujo “las regulaciones federales destinadas a frenar las emisiones. Se están implementando esfuerzos estatales y locales para tratar de cumplir con la promesa de los Estados Unidos”.
Según el informe, sólo la Unión Europea está en camino de cumplir con sus compromisos: “la UE y sus 28 Estados miembros se comprometieron a reducir las emisiones de GEI al menos un 40 por ciento desde el nivel de 1990 para 2030. Y están en camino de reducir las emisiones de GEI en un 58 por ciento para 2030”, destaca.
Para Canziani, “el documento demuestra que los compromisos de la mayoría de los países son totalmente insuficientes para frenar el cambio climático. Los principales emisores son China, EE.UU, Unión Europea, Rusia y la India. Si ellos no reducen sus emisiones ya que el total de sus emisiones anuales superan el 50 por ciento del total de emisiones no será posible frenar el proceso”.
El investigador de la UTNBA aseguró que desde 2015 hasta hoy sólo 4 países mejoraron su oferta, entre ellos la República Argentina.
“Si bien la propuesta argentina es aún insuficiente ya que se refiere a mejoras en la ‘intensidad’ en primera instancia, por otro lado, el documento reafirma las responsabilidades diferenciadas que competen a los países en función de su grado de desarrollo”, aseguró.
Canziani explicó que los compromisos del Acuerdo de Kioto fueron incumplidos y que el mismo no requería que los países presentaran planes de mitigación. En cambio “en el Acuerdo de París si están estas medidas. Y eso marcó un antes y un después. Si bien las reducciones son voluntarias, se pretende que de alguna forma esto sea controlado cada 4 años por todos los miembros, para ver si están cumpliendo las metas”.
El investigador consideró que “no hay un compromiso real. En América Latina, con la situación política conflictiva, es más difícil darle la importancia que tiene. Y en otros países hay una demanda de la ciudadanía que no tiene respuesta a nivel político. Creo que el único bloque de países que responde a lo que pide la ciudadanía es en la Unión Europea. De hecho, es el único bloque que está cumpliendo fehacientemente con sus compromisos con el Acuerdo de París. Tampoco hay consciencia todavía para enfrentar las causas del cambio climático y, además, adaptarse a los cambios que ya están ocurriendo y los que están previstos que ocurran, rinde un beneficio económico. Es decir, el costo de hacer esta conversión es mucho menor que el costo de enfrentar los desastres que genera”, sostuvo.