Toda la región pampeana viene afectada por lluvias un 50% por debajo de lo normal desde septiembre pasado, salvo algunas excepciones. La situación ya genera incertidumbre para la cosecha gruesa de soja y maíz, la primera con Alberto Fernández como presidente. En la zona pampeana se define más del 70% del valor total de los cosechas argentinas.
En un momento en que una porción considerable de los productores agrarios se prepara a cuestionar públicamente el aumento de las retenciones, aparece un factor que puede obligarlos en el corto plazo a pedir el auxilio de los gobiernos provinciales y el nacional. Por otro parte, para el Estado está en peligro el incremento de la recaudación, sobre una cosecha que puede ser inferrior a la estimada
La siembra de soja y de maíz todavía está a la mitad. Va por el 49,3% en la oleaginosa y el 48,7% en el cereal. Que el clima acompañe es clave no solo porque con una cosecha normal puede haber ingresos por divisas superiores a los US$ 25.000 millones, sino porque el campo solo con la agricultura aporta retenciones por no menos de US$ 5000 millones.
En septiembre pasado, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó en 131,7 millones de toneladas la cosecha total 2019/2020, por debajo del récord de 135,3 millones de toneladas del ciclo 2018/2019 (según el gobierno de Mauricio Macri se llegó a 147 millones de toneladas, contando el maíz para forraje).
Para Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, esa previsión de 131,7 millones de toneladas ya es menor por recortes en trigo y cebada. De hecho, en trigo la cosecha se redujo en 2,5 millones de toneladas sobre la proyección inicial y ahora se esperan 18,5 millones de toneladas cuando en los primeros días de enero finalice la recolección. «Bajo el escenario actual podemos hablar de una producción inferior a la proyección inicial», indicó.
Copati describió que el panorama está «complicado, falta humedad en superficie para la siembra y en profundidad tampoco hay mucho para transitar enero».
Para Leonardo De Benedictis, meteorólogo, en la región pampeana «la situación es complicada en general». Señaló que esto ocurre en «toda la zona central, sur de Córdoba, sur de Santa Fe y el centro oeste y sur de Buenos Aires». Solo «zafan» el este de Buenos Aires y Entre Ríos. En el NEA, en tanto, también hacen falta lluvias pero por ahora los cultivos resisten.
«No hay una región con lluvias por encima de lo normal. En la mayoría de los casos están al 50% de lo que tendrían que ser desde septiembre pasado», apuntó el meteorólogo. Señaló que hubo zonas que temporariamente repusieron humedad, pero, en medio de temperaturas de 30 a 32 grados, ya se cortó esa mejora.
El trigo, pese al recorte de producción, se hizo con lo que había de reservas de agua y los rindes no terminaron con tantas caídas como las que se esperaban.
Para el experto, «no hay un cambio rotundo» respecto de las lluvias para adelante. Al respecto, dijo: «Hay una tendencia a que en el verano se vayan normalizando, pero no alcanza».
Las lluvias que se esperan en lo inmediato podrían ser muy puntuales en algunos lugares del interior. Hay expectativas, no obstante, por un evento de lluvias «medianamente significativo» a mitad de la próxima semana.
Para Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología, en diciembre el Atlántico y el Pacífico se enfriaron y las precipitaciones se cortaron. Más allá de las actuales altas temperaturas, hubo una circulación polar que no significa que sea una sequía, pero igual las lluvias se frenaron.
«En lo climático se está pareciendo a la década del 50 (por el fenómeno que hubo de circulación polar para la época). Si hoy llueve el potencial productivo está intacto. En los próximos 15 días las lluvias van a estar por debajo de lo normal».
«Hasta la semana pasada veníamos registrando buenos avances de siembra de la campaña gruesa porque la semana previa se habían registrado lluvias en gran parte de la región agrícola y eso repuso humedad en superficie. Esa humedad se está acabando debido al incremento de las temperaturas, la ausencia de nuevas lluvias y el mayor consumo en lotes que ya están avanzados. En el pronóstico a siete días solo se prevén lluvias para el NEA y el Litoral hacia comienzos de la próxima semana. Recién en el pronóstico de 7 a 14 se ven lluvias para el centro y sur de la región agrícola», señaló, por su parte, Copati.
Según el productor Alberto Marchionni, en la zona de Hughes (Santa Fe) en lotes de soja sobre trigo se necesitan de 70 a 100 milímetros para que el suelo recupere humedad.
De acuerdo a Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, «en el corto plazo no se ve un cambio de situación» respecto de las lluvias.
«Dependemos de las lluvias. La tendencia de mediano plazo es que se regularicen, pero sin forzantes oceánicos claros; es mucha la incertidumbre para predecir más allá de los 15 días».
En AgendAR publicamos en octubre del año pasado Autorizan la soja recombinante H4-RR de Bioceres. Diez años tarde. Se trata de la soja resistente a la sequía desarrollada por Raquel Chan. Pero no sabemos si una burocracia resistente a a autorizar nada que no haya sido aprobado antes en EE.UU. no lo demoró demasiado.