(Si el 3 de noviembre de este año los votantes estadounidenses confirman a Trump o eligen algún otro, es -nos guste el hecho o no- un dato importante para los argentinos. Y para el resto del globo. Por eso resumimos esta informada nota de Sergio Lanzafame.)
«La carrera por la presidencia de Estados Unidos arranca este lunes 3 de febrero con las elecciones primarias de los partidos republicano y demócrata en el estado de Iowa. Todos los focos estarán en la contienda Demócrata ya que la abrumadora mayoría del oficialismo tiene decidido apoyar la reelección de Donald Trump.
Por el particular sistema electoral estadounidense, las internas se resuelven a lo largo de cuatro meses y bajo diversas formas de votación, en los distintos estados de la Unión. El calendario inicia en el poco poblado Iowa, en el centro del país y sigue hasta el 6 de junio en las Islas Vírgenes
El punto más alto es el 3 de marzo, cuando votan 15 estados en el llamado “supermartes”. Ese día habrá internas en California y Texas, dos de los que aportan, junto con Nueva York, más delegados a las convenciones demócrata y republicana.
Cada estado utiliza el sistema electoral que prefiera. Elecciones abiertas, donde votan todos los ciudadanos del distrito, y cerradas, donde votan sólo los afiliados. También hay diferentes modalidades como boleta de papel, sistema electrónico y/o voto por correo. Además, 11 estados lo resuelven a través de una reunión partidaria denominada “caucus”, donde los afiliados votan de manera presencial a mano alzada o con un papel.
Que sea Iowa, una región con abrumadora mayoría de blancos y campesinos, el lugar donde arranca la contienda sólo responde a una tradición. Aunque muchos critican que se otorgue una importancia desmedida a este pequeño, demográficamente hablando, y poco representativo distrito, el resultado allí suele condicionar el rumbo de la elección general, al dar una sobreexposición a los ganadores y debilitar la imagen de los perdedores.
Igual, está lejos de ser una elección definitiva. Son numerosos los casos de candidatos que perdieron en los estados iniciales y luego se impusieron. Por otra parte, muchos candidatos abandonan cuando visualizan que ya no tienen chances, por lo que los últimos distritos en votar suelen tener muchos menos postulantes.
Republicanos:
Si el proceso de impeachment fracasa, y nadie espera que prospere, el actual presidente Donald Trump (73 años) es el casi seguro candidato del Partido Republicano. Al punto que muchos estados decidieron cancelar sus internas para proclamar su apoyo total al actual mandatario. No obstante, el partido presentará otros dos contendientes: el ex congresista del ultraconservador Tea Party, Joe Walsh (58 años) y el libertario William Weld (74 años). Aunque las últimas encuestas muestran que la reelección no está asegurada, ya que tiene ventaja la suma de los principales postulantes demócratas, también es cierto que la campaña recién comienza y que la figura presidencial suele tener un peso electoral fuerte.
Por lo pronto, los números de la economía le sonríen. Trump logró en sus tres años de gobierno la menor desocupación en 60 años (3%) y un PBI que no para de subir; logró encadenar más de 130 meses consecutivos de crecimiento. Más allá de los escándalos, las guerras comerciales y las declaraciones altisonantes, el oficialismo descansa en estos números para lograr el segundo mandato del magnate neoyorquino.
La alternativa demócrata
La verdadera pelea de fondo estará en el bando demócrata. Como dice el Washington Post «para decidir cuál es el último candidato demócrata en pie». Y nadie descarta sorpresas a medida que las primarias avancen.
Los precandidatos con más chances hasta ahora -según las encuestas- son el ex vicepresidente de Obama, Joe Biden (76 años); el autodeclarado socialista y principal competidor de Hillary Clinton en 2016, Bernie Sanders (78 años); la académica progresista Elizabeth Warren (70 años); el multimillonario Michael Bloomberg (77 años) y el representante de las nuevas generaciones -con fuertes apoyos de las firmas de Silicon Valley- Pete Buttgieg (38 años).
Andrew Yang (45 años), Amy Klobuchar 58 años), Tulsi Gabbard (38 años), Tom Steyer (62 años), Deval Patrick (63 años), John Delaney (56 años) y Michael Bennet (55 años) completan el listado de precandidatos demócratas.
Las últimas encuestas muestran un avance del eterno candidato independiente, Bernie Sanders, desafiando el macartismo aún vigente en esa sociedad. Con el arrastre de su excelente performance de 2016 cuando remontó una gran desventaja contra Hillary Clinton y estuvo a un paso de ganarle, tiene la desventaja de ser el postulante de mayor edad y haber sufrido hace poco un ataque cardíaco, lo cual no suele ser bien recibido por los votantes. El promedio de las encuestas le otorga un 20% de intención de voto.
De todas formas, el candidato considerado más probable por los analistas sigue siendo el ex vicepresidente Biden, quien cuenta con el apoyo de la mayor parte del establishment del partido y tiene muy buena imagen entre los votantes independientes. Los sondeos marcan un 28% como media.
La candidata Warren es la preferida por el ala izquierda del partido, aunque en las últimas semanas las encuestas la muestran algo rezagada. Con un 15% de apoyo promedio mantiene las esperanzas.
Buttgieg puede ser la sorpresa. Este joven alcalde de Indiana es veterano de guerra, políglota, religioso y abiertamente homosexual. Con un discurso volcado hacia los sectores rurales de la Norteamérica profunda, lleva varias semanas mejorando en los sondeos preelectorales. Algunas encuestas lo llegan a ubicar en tercer lugar con 15%, aunque el promedio le dé bastante menos.
Las chances del Partido Demócrata en las generales del 3 de noviembre dependerá mucho de quién sea finalmente el candidato. Este año, como nunca antes, la diversidad de la oferta electoral opositora muestra proyectos que oscilan fuertemente entre el populismo de izquierda (por lo menos, así califican ahí a Warren y Sanders) y el liberalismo conservador (Michael Bloomberg).
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Ahora, en Iowa, el candidato Sanders muestra ventaja sobre Biden. Las últimas encuestas dicen que obtendría cerca del 30% y superaría por 7 u 8 puntos a su principal rival. El tercer lugar lo pelean Buttgieg, Klobuchar y Warren con algo más del 10% cada uno. Claro, todo esto es según las encuestas, que no se han mostrado infalibles tampoco en EE.UU.»