En los primeros tres meses desde su aparición, el virus COVID-19, la nueva cepa del «coronavirus», se atribuyó 2118 muertes y 74.576 contagios registrados. La Organización Mundial de la Salud declaró la alerta global, y en muchos países, aumentó la demanda de elementos de higiene, como barbijos y alcohol en gel para evitar la propagación. Algunos medios, indignados, señalaron que el precio de esos elementos en Italia se estaba multiplicando por un factor de 10 o más.
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En la Argentina todavía no ocurre, pero, con nuestra experiencia inflacionaria, debemos reconocer que es un escenario posible. Un hecho positivo es que una firma local decidió aplicar tecnología para mejorar el producto, en lugar de simplemente hacerlo más caro.
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Nanotek S.A., una empresa argentina especializada en nanotecnología, había desarrollado justo antes de que explotara la epidemia una tecnología para aplicar en barbijos: «Al incorporar nanoplata a cualquier sustrato ataca virus, hongos y bacterias», explicó Alejandro Hoffmann, gerente comercial de la empresa, en referencia a cómo aplican este activo a muchos de sus productos para que sean más higiénicos. Según afirmó, esta tecnología aplicada en barbijos podría evitar el contagio del coronavirus.
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El año pasado esta firma había ganado el premio Pyme HSBC-La Nación a la mejor empresa de innovación por la creación de una pintura antimicrobial que contiene componentes nanotecnológicos.
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Dentro de esos componentes, se encuentra la nanoplata (denominada nanArgen). «Son partículas de plata metálica ultrapequeñas que se pueden incorporar a la producción de diferentes materiales. Crean una barrera antimicrobial eficiente, natural y estable térmicamente, ya que no se descompone por acción del calor», explicó Omar Grossi, director de marketing de Nanotek. Este desarrollo logró que productos de plástico, textiles, papeles, cartones y pinturas estén libres de hongos, virus y bacterias.
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«La empresa propuso un barbijo tricapa en donde la cara interna, en contacto con la piel, y la externa, expuesta al medio ambiente, se complementan con una capa intermedia formulada con nanoplata», agregó Grossi. Según precisa, el agujero de la fibra de la tela es más pequeño que la bacteria, y que los diferencia de los barbijos convencionales.
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(Debe tenerse presente que un virus es mucho más pequeño que una bacteria. Ningún filtro podría detenerlo. Pero si detienen las partículas micróscopicas de saliva, que son las que transportan el virus, y por ende el contagio).
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Desde un alcohol en gel antibacterial con iones de plata de efecto prolongado a un estabilizador de suelo a base de nanohierro que modifica las características del suelo, la empresa busca crear productos que tengan un valor agregado y se distingan en el mercado. Desde China la empresa ya recibió un pedido de 100.000 kilogramos de alcohol en gel, exportación que todavía está en proceso.