El presidente de la Nación tiene previsto reunirse hoy jueves a las 17 hs. con los veinticuatro gobernadores. Ahí se discutirá sobre la necesidad de decretar una cuarentena total en todo el país, que podría incluir este fin de semana largo, y abarque hasta Semana Santa, fechas en las que habitualmente se produce un gigantesco desplazamiento de personas hacia los lugares turísticos.
Entre los aspectos que deben tomarse en cuenta para esta decisión, están las reglas para la circulación de camiones con mercadería en las rutas, la coordinación de las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales, el control de las fronteras internas y el pedido de recursos e insumos hospitalarios por parte de las provincias.
Una medida como la que se contempla implica el cierre total de las fronteras nacionales, un patrullaje de las rutas para evitar los desplazamientos no autorizados y un control férreo de las ciudades para garantizar el cumplimiento de la cuarentena.
Los pasos que se analizan en el gobierno son:
.El bloqueo masivo de ciudades con casos confirmados y evidencia de transmisión local.
.Distanciamiento social masivo en todo el país por dos semanas, inicialmente.
.Prohibición de actividades comerciales con excepción de las esenciales, como medicina y alimentación.
.Renovación de las medidas con períodos de 15 días hasta la reducción a cero de la tasa de crecimiento de casos.
.A partir de los 14 días desde la no aparición de casos se comienzan a permitir gradualmente algunas actividades.
Lo que era una opción «de última» -por el costo altísimo que esto tendrá para la producción, el bienestar de los argentinos, y los problemas que va a acarrear- está siendo considerada cada vez con más atención. Ayer se confirmaron 18 nuevos casos del COVID-19, y se supo de una tercera muerte debida al virus. Aún estamos muy lejos de los 475 fallecimientos que se produjeron en Italia en un sólo día. Pero no es posible garantizar que no se llegue a una situación parecida si no se toman medidas extremas.