El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, participó este martes de una reunión virtual de la Comisión de Economías Regionales y Pymes del Senado. Y dio definiciones sobre una variedad de temas. Distintos medios informaron sobre distintos puntos, según sus principales intereses. En AgendAR quisimos reunirlas, porque muestran la mirada sobre esos temas de un Ministerio clave para la producción argentina, que a pesar de eso (o debido a eso) mantiene un perfil muy bajo en los medios.
Reactivación en la «nueva normalidad»:
El ministro afirmó: “A pocos meses de iniciado nuestro gobierno nos tocó afrontar esta crisis inédita y estamos poniendo todos los esfuerzos en sostener el empleo y la producción, garantizar el abastecimiento de alimentos y cuidar los ingresos de los hogares.
“Nueve de cada diez hogares están recibiendo algún tipo de ingreso del Estado, ya sea por el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), los salarios estatales, jubilaciones, AUH o por créditos a tasa cero”.
Destacó que las medidas lanzadas por el Gobierno para contener a los sectores más afectados por la pandemia del Covid-19 constituyen “uno de los paquetes más contundentes y grandes de la historia contemporánea del país”.
Kulfas cuestionó la «falsa dicotomía» de «economía o salud» porque «si el virus se propaga esto afecta la economía, muchos trabajadores no podrán ir a su puesto de trabajo. La idea es que las restricciones sanitarias convivan con un restablecimiento de la actividad económica y productiva con todos los resguardos necesarios. En estos dos meses lo que se ha trabajado a nivel de protocolo sanitario que se ha incorporado en el sector manufacturero ha sido muy importante».
Explotación del petróleo en Argentina:
«Sabemos que el tema del ‘barril criollo’ ha generado expectativas, en especial en la provincias petroleras, en un contexto que es tremendo: la producción de hidrocarburos se desplomó a raíz de la pandemia de Covid-19”.
«El ‘barril criollo’ fue pensando como una herramienta para enfrentar la crisis y dar certidumbre a las empresas aún con una demanda más deprimida y para que la industria esté lista para que cuando se recupere la demanda volvamos a aumentar la producción y las exportaciones».
Energías renovables:
Sobre las perspectivas de las energías renovables en Argentina, expresó sus diferencias respecto al programa de promoción de energías renovables implementado durante la gestión de Mauricio Macri.
«Nuestra visión de política productiva y estratégica nos hace plantear una mirada crítica sobre ese desarrollo». Sin mencionarlo explícitamente, hizo referencia al Programa RenovAr que a la fecha agregó aproximadamente 3.000 MW, potenciales, al sistema.
«Está claro que es un sector que se ha desarrollado en el Gobierno anterior en base a una Ley sancionada en 2015 donde básicamente hay un contrato de largo plazo, que tiene asegurado el flujo de fondos y un precio preestablecido, y algunas condiciones que tienen implícito un subsidio para el sector».
Sobre este plan implementado en la práctica por Sebastián Kind, Subsecretario de Energías Renovables de la gestión Cambiemos, Kulfas expresó que «pudo haber tenido algún sentido para dar impulso a un sector que venía rezagado pero se desentendió completamente de la tecnología a incorporar». Este sería uno de los criterios determinantes en el apoyo del Gobierno a la eólica y las bioenergías.
«Básicamente fue un modelo que tuvo como eje un flujo financiero con una TIR – tasa de retorno – que atrajo inversores extranjeros y que vinieron con un paquete tecnológico cerrado, en general con tecnología importada. Supuestamente en una segunda etapa se iba a incorporar proveedores nacionales, pero lamentablemente eso no ocurrió u ocurrió de una manera muy limitada».
«Nosotros lo vemos al revés: cada proyecto de desarrollo es una gran oportunidad para la industria argentina. Cuando uno se remonta a 2015 encontraba la experiencia del clúster eólico, que se generó en torno a CIPIBC, que es una de las cámaras de ADIMRA»
En este sentido, señaló las posibilidades de las tecnologías eólica y biomasa. Y valoró la cadena de valor que se ha generado en torno a la puesta en marcha de parques eólicos. «Si están las capacidades qué mejor que aprovecharlas para que el desarrollo sea pleno. Es más energía renovable, más producción industrial, más empleo».
«Nuestra apuesta es a transformar un modelo vinculado a lo financiero en otro productivo. En todo caso, que el apoyo financiero tenga un compromiso vinculado a la industria nacional».
Y en esta línea incluyó a la biomasa, quizás seducido por una visita que tuvo tiempo atrás hacia una planta de Chaco. «Lo mismo pensamos de un sector que tiene gran impacto en las economías regionales como la biomasa».
El caso de IMPSA:
Kulfas también valoró el rol de la firma mendocina de tecnología que desde hace años presenta serios inconvenientes financieros. «Queremos hacer un esfuerzo y hemos conversado con la provincia de Mendoza para preservarla».
Comercialización y precios máximos:
“El cumplimiento de los precios máximos fue más que razonable en los supermercados y en los hipermercados. Aunque hubo algunos casos particulares en los que hubo clausuras”. “No fue tan así en el rubro de servicios de proximidad donde la fiscalización es más difícil”.
“Existe una gran dispersión en el índice inflacionario” en todo el territorio de la Argentina, y ello responde al predominio de diferentes formas de comercialización”.
“Por ello multiplicamos la actividad de las inspecciones en todo el país”. Existe un problema de oligopolios en la Argentina. La manera de resolverlo es promocionar la actividad productiva de las pymes, generando una nueva oferta”. Aunque “no siempre es fácil para los pequeños productores abastecer la demanda de los grandes comercializadores”.
Cooperativas y mutuales:
«Se está preparando en conjunto con la banca pública el lanzamiento de una línea de créditos subsidiada para mantener con vida a las más de 11.000 cooperativas y mutuales dispersas a lo largo y ancho del país, que no han sido alcanzadas al momento por el paquete de medidas de protección económica lanzado para contrarrestar los efectos negativos del parate que provocó el coronavirus.
«Algunas cooperativas con personal asalarialdo pudieron acceder al beneficio del salario complementario a través del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), mientras otras firmas monotributistas pudieron acceder a los créditos con tasa cero de hasta $ 150.000.
Estas empresas sin fines de lucro emplean alrededor del país aproximadamente a unas 227.000 personas, entre personal directo y asociados, según estadísticas oficiales.
Según datos recolectados por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Nacional (INAES), presidido por Mario Cafiero, en 2019 en la Argentina operaban 8618 cooperativas y 3039 mutuales, dedicadas a actividades agropecuarias, consumo, crédito, vivienda, servicios públicos y de trabajo.