Está de moda en EE.UU. y, sobre todo, en la Unión Europea exigir a las marcas que traten de mostrar un mayor compromiso con el cuidado del planeta y con un desarrollo que cuide a las personas, a los animales y al medio ambiente. roductos de compañías comprometidas con la sociedad. Esta tendencia ha llegado con fuerza a nuestra región, en particular para los consumos «ABC1».
Una de las propuestas más novedosas en este sentido llega de la mano de la biotecnología. La startup peruana Le Qara, es creación de la ingeniera Jacqueline Cruz y su hermana, la bióloga Isemar Cruz , que desarrolla productos textiles a base de biocuero vegano y ecoamigable a fin de dejar de utilizar el cuero de vaca.
«El biocuero vegano de Le Qara surge como una propuesta alternativa que no es perjudicial para el medio ambiente, no se sacrifican animales para su producción y promueve el uso responsable del agua y la reutilización de los recursos», cuenta Jacqueline Cruz, CEO de del emprendimiento de base tecnológica que surgió en el 2017 en la ciudad de Arequipa.
Isemar, su hermana y socia, explica cómo nació el proyecto: «Yo había estudiado ingeniería biotecnológica y cuando estaba estudiando diseño de modas me di cuenta de lo contaminante que era esta industria y cuántas vidas afectaba, humanas y animales. Sabiendo de la falta de alternativas que habían de algún material que cumpliera las propiedades del cuero, por su durabilidad y resistencia, fue que con mis conocimientos en biotecnología, comencé a probar con diferentes microorganismos hasta tener el primer consorcio microbiano que pudiera hacer crecer un biomaterial con las propiedades del cuero», explica. Cuando le mostró el primer prototipo a su hermana, ingeniera industrial, ella vio el potencial que podría tener para cambiar la industria del cuero y la moda. «Hemos visto de primera mano como los desechos de las curtiembres han afectado los suelos y el principal río en la región que vivimos», se lamentan.
Desde 2017 Le Qara fue creciendo gracias a concursos y fondos, tanto nacionales como internacionales, que les permitieron mejorar su prototipo. El emprendimiento logró el primer puesto de la edición 2019 del concurso regional que organiza el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) junto al MIT Sloan Latin America Office , y esto le permitió acceder a la semifinal de la edición 2020 del MIT $100K en Cambridge y al mentoreo de Bar Kafri, ex Director de la competencia y Head of US Operations en Fabric.
Las emprendedoras superaron con éxito la semifinal norteamericana y accedieron a la final, de la que participaron sólo las ocho mejores startups del mundo. De esta final resultó ganadora Ocular Technologies, una startup africana que desarrolla soluciones de telemedicina para mejorar el acceso al cuidado de la vista. «Es un honor haber llegado a la final. Significa una validación a nivel internacional, hemos estado trabajando arduamente en hacer Le Qara una realidad y así contribuir para cambiar la industria del cuero», explicó Isemar Cruz, cofundadora del emprendimiento.
Sustentable y ecológico
Las emprendedoras aseguran que este proyecto demuestra las altas potencialidades de la biotecnología en la moda, con la creación de un material biotextil 100% natural similar al cuero que es biodegradable, no es tóxico y es suave al tacto, lo cual lo posiciona como un material de alta gama. «La calidad del biocuero fue certificada por un laboratorio de San Francisco, donde se realizaron diversas pruebas, y se comprobó que puede transformarse en diferentes texturas y colores con una resistencia a temperaturas de 100° C. A ello se suma su bajo costo de producción, a diferencia del cuero de vaca, ya que este «biocuero vegano y ecoamigable» se elabora a base de un consorcio microbiano (organismos vivos) que se reproduce entre sí y se alimentan de residuos de frutas o plantas (ricas en almidón) provenientes de la biodiversidad», explican las científicas. Al ser un material biodegradable, durante su fabricación no genera residuos ni contamina el agua. Los residuos generados son luego utilizados como compost líquido y así promueven la reutilización de los recursos. «Desarrollamos 19 cepas diferentes que se alimentan de plantas y frutas. Nuestro proceso de producción puede durar 3 semanas, mientras que la fabricación de cuero de vaca puede variar entre 30 a 70 días sin contar el tiempo que lleva la crianza de los animales, el uso de productos químicos para el curtido del cuero y el alto consumo de agua», indica Isemar Cruz.
Tendencia global
En Argentina también hay iniciativas como la de Verónica Bergottini, la genetista misionera que creó el biomaterial Tilex, similar al cuero, pero generado con microorganismos de la yerba mate . Con ese textil pueden confeccionarse prendas y accesorios que luego vuelven a la tierra sin convertirse en basura, porque se degradan a la misma velocidad que el resto de los residuos orgánicos. Investigó durante años el potencial biotecnológico de los microorganismos de la yerba mate, tema con el que obtuvo su doctorado en la Universidad de Neuchâtel, en Suiza. La científica utiliza un preparado de yerba mate para cultivar los microorganismos que sintetizan el biomaterial y por eso bautizó a su creación Tilex: Tela de Ilex paraguariensis , el nombre científico de la planta de yerba mate.
En el mundo los pioneros son MycoWorks , una startup con sede en San Francisco que produce productos y prendas sostenibles a partir de hongos. La compañía fue fundada en 2013 y produce materiales resistentes a la intemperie utilizando los hongos «Ganoderma lucidum» y «Pleurotus ostreatus». Modern Meadow , por su parte, es una compañía que produce Zoa, una plataforma de materiales de marca construida a partir de proteína de colágeno producida biológicamente, pero sin depender de la agricultura de origen animal y Bolt Threads , que crea nuevos materiales a partir de hongos y del estudio de la seda que tejen las arañas, entre los más relevantes.
Dentro de sus planes futuros, Le Qara está comenzando con la construcción de la planta piloto que esperan esté lista el próximo año. «Nos vemos en el futuro cambiando la industria del cuero. Para nosotras llegar a la regional con el ITBA y a la final del 100k MIT significó mucho, ya que al no ser estudiantes de MIT, es un logro muy grande para nosotras -afirma Isemar-, esto muestra que Le Qara va más allá de un valor económico, y que es una propuesta que habla más de cómo estamos moviéndonos hacia un consumo más compasivo y consciente».