En lo que puede llegar a ser uno de los cambios en su política exterior más audaces, Trump está rescindiendo una prohibición de la era Obama: el gobierno federal no podía proporcionar financiamiento para proyectos civiles de energía nuclear en el extranjero.
La Corporación Financiera de Desarrollo Internacional (DFC) de los Estados Unidos propuso esta semana revertir esa prohibición que le impide financiar proyectos nucleares civiles en el extranjero. La agencia tomará 30 días de comentarios públicos sobre el cambio de política propuesto.
«El acceso a energía asequible y confiable es esencial para que los países en desarrollo avancen sus economías», dijo Laura Allen, portavoz del DFC. «Este cambio traerá avances en la tecnología y ofrecerá una fuente de energía de cero emisiones al mundo en desarrollo mientras que sirve como una alternativa al financiamiento depredador de los regímenes autoritarios».
La medida responde a una solicitud de mucho tiempo de la presidenta del Comité de Energía del Senado, Lisa Murkowski, republicana, y su colega Joe Manchin, el principal demócrata del panel, que argumentó que la prohibición «envía una señal dañina de que la primacía estadounidense en el sector nuclear civil está disminuyendo». »
La nueva política está orientada a promover reactores nucleares avanzados más pequeños y más baratos en desarrollo en los EE. UU.
En abril, un grupo de trabajo de la administración Trump lanzó una estrategia para revivir la industria nuclear de los EE. UU. Que incluía una recomendación para que el DFC «arregle las políticas heredadas que no permiten el apoyo a proyectos nucleares» para ayudar a competir contra la energía nuclear respaldada por el estado en China y Rusia.
El informe también enfatizó el apoyo de la administración Trump para la investigación y el desarrollo de reactores nucleares avanzados más pequeños, una tecnología emergente que tiene respaldo bipartidista en el Congreso.
La nueva entidad combinada está destinada a ayudar a los EE. UU. a contrarrestar la influencia de China y otros rivales importantes en los países en desarrollo al ayudar en el desarrollo económico.
La opinión de AgendAR es que la industria nuclear estadounidense murió de gigantismo hace mucho tiempo. (Ya hace 30 años el visionario científico Freeman Dyson sostenía que un emprendimiento nuclear que tarda dos décadas en su desarrollo estará obsoleto en la inauguración).
Pero… este enfoque trumpista, impulsado por la rivalidad con China, puede terminar ayudando a desarrollar los rivales del CAREM, y de otros proyectos de escala pequeña y mediana donde Argentina mostró su competencia. INVAP, Nucleoeléctrica, la CNEA -que todavía está sin presidente!- y las empresas privadas que han desarrollado sus capacidades, deben despertarse, si no quieren quedar descolocados en un mundo donde inevitablemente la energía nuclear tendrá un papel más importante.
(Mañana publicaremos un resumen de Nicolás Deza sobre el planteo del Donald, «Make America Nuclear Again«. Y estamos preparando un Especial de AgendAR que reúna las mejores notas sobre nuestra industria nuclear).