El mes pasado se logró un triste record: de los últimos 17 años, desde la salida de la Convertibilidad, Argentina acaba de registrar la mayor salida de capitales financieros en un mes.
El dato surge del balance cambiario del Banco Central y explica la escapada del dólar en mayo en la plaza local, y las dificultades que el Gobierno y el BCRA tuvieron para controlar la corrida contra el peso y la suba del riesgo argentino.
El informe muestra que la cuenta cambiaria que registra el movimiento de capitales cerró con un rojo total de US$ 4273 millones, condicionada por los egresos netos de US$ 3939 millones del sector privado no financiero y de US$ 1672 millones del sector financiero, que fueron «parcialmente compensados por los ingresos netos de US$ 1488 millones que hizo el sector público» para tratar de minimizar los daños que la brutal salida de capitales estaba causando a la economía.
El dato final es que se fueron de las reservas del Central US$ 7856 millones. Aunque la disminución fue menor ya que se registraron ingresos por US$ 2753 millones por préstamos del exterior.