Joseph G. Allen es infectólogo, arquitecto y profesor en Harvard, en la T.H. Chan School of Public Health. El martes publicó este artículo en el Washington Post que nos han hecho llegar, y traducimos:
«Estos días de casos en aumento, hospitalizaciones y muertes crecientes pueden ser abrumadores. Para ayudar a superar esta tormenta, también debemos hacer un seguimiento de los desarrollos positivos.
Aquí detallo seis, para recordarnos que hay esperanza en esta crisis:
- Los tratamientos terapéuticos (además de los que ya tenemos para los pacientes más enfermos) llegarán antes de que las vacunas estén disponibles. Cuando alguien contrae el nuevo coronavirus, el sistema inmunitario de su cuerpo lanza una defensa, que incluye la producción de anticuerpos que circulan en la sangre para ayudar a identificar a los invasores infecciosos. Estos anticuerpos circulantes ofrecen cierta protección contra futuras infecciones (por cuánto tiempo, aún no lo sabemos). Los científicos ahora han diseñado clones de estos anticuerpos, lo que llamamos anticuerpos monoclonales, y están demostrando ser efectivos tanto terapéuticamente como para prevenir la infección. Funcionan atacando la proteína «Spike» del coronavirus, que es la forma en que este virus ingresa a nuestras células. (Los anticuerpos monoclonales) Evitan que eso suceda y el virus no se puede replicar dentro del cuerpo.
- También están llegando pruebas de saliva rápidas y de bajo costo y, como mi colega Michael Mina y Laurence J. Kotlikoff señalaron recientemente, son un «game changer» fundamental. ¿Por qué? Estas son como pruebas de embarazo caseras pero para COVID-19. Imagine una prueba que podría hacer en casa todos los días, que le da una respuesta en unos minutos después de escupir en un frasco y cuesta solo u$s 1 a u$s 5. Esa prueba cambiaría nuestra capacidad para frenar los brotes donde la detección temprana lo es todo. También ayudaría a la confianza del consumidor y aliviaría esta crisis económica. ¿Quiere ir a la escuela, al trabajo o a un espectáculo? Muestre que su prueba rápida fue negativa. Estas pruebas no son perfectamente precisas, pero, aunque sea contraintuitivo, no tienen que serlo. Más importantes que la precisión son la velocidad y la frecuencia de las pruebas.
- El debate finalmente ha terminado: las máscaras funcionan. Tomó tres meses, pero el uso de máscaras se está dando haciendo universal. Lo que antes era extraño e inusual (en los Estados Unidos, al menos) ahora se ha vuelto más aceptado. Más estados y empresas los requieren. Y lo que alguna vez fue político, gracias a nuestro presidente que dijo que las personas usaban máscaras solo para hacerlo quedar mal, se está convirtiendo rápidamente en sentido común. Ahora vemos gobernadores de estados republicanos instando a usar máscaras. (No todas las máscaras son iguales, así que afortunadamente, ahora hay una guía sobre lo que constituye una buena máscara).
- Finalmente ha surgido el consenso de que está ocurriendo la propagación aérea. Los científicos en mi campo han estado advirtiendo sobre esto durante meses (escribí sobre esto a principios de febrero y más recientemente argumentaba que la transmisión por el aire está vinculada a eventos de superpropagadores), sin embargo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud no querían admitirlo. Esta semana, la situación cambió cuando 239 científicos firmaron una carta a la OMS instándola a reconocer la transmisión aérea. Y eso es exactamente lo que hizo la OMS. Esto significa que habrá más mensajes de la OMS y otras organizaciones que recomiendan que las personas agreguen un nuevo control a su conjunto de herramientas para combatir este virus: estrategias de construcción saludables, como una mayor ventilación, una mejor filtración y el uso de dispositivos de limpieza de aire portátiles.
- Existe cierta evidencia que muestra que la exposición anterior a los coronavirus de los resfríos comúnes podría estar jugando un papel protector para algunas personas. Este es todavía especulativo, y debo advertir que no está completamente resuelto, pero varios estudios ahora muestran que del 20 al 50% de las personas que nunca habían estado expuestas al nuevo coronavirus tienen en su cuerpo ciertas células inmunitarias, conocidas como células T de memoria, que reaccionan contra este nuevo virus. La especulación es que esto se debe a que fueron activadas previamente por los coronavirus de los resfríos comunes. Todavía no sabemos por qué a algunas personas les va mejor que a otras, o por qué unas pocas transmiten la enfermedad a muchas, mientras que otras no la transmiten en absoluto, pero estos hallazgos podrían dar algunas respuestas a esas preguntas.
- Las vacunas en ensayo parecen estar funcionando, y los fabricantes de medicamentos ya han dicho que podrían entregar las dosis en octubre. Recuerde, no era seguro que algunas vacunas funcionaran, por lo que el hecho de que los ensayos clínicos iniciales muestren signos positivos es alentador. También un recordatorio de que esto es ultrarrápido; si recibimos una primera vacuna dentro de los 12 meses, será la más rápida de la historia en su desarrollo y por varios años. Hay una advertencia importante: a mi colega Juliette Kayyem le gusta señalar que las vacunas no salvan a las personas, las vacunaciones sí. Una vez que tenemos una vacuna, entra en juego la difícil tarea de fabricarla y distribuirla. Por lo tanto, si bien el panorama sobre vacunas es bueno, y en unos pocos meses se podrían tener datos para licenciarlas, deberán transcurrir aún más meses hasta que la gente puede recibirlas.
Por primera vez en la historia, casi todos los científicos del mundo se centran en el mismo problema. Esto está comenzando a pagar dividendos.»
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Ya que estamos con las buenas noticias, anticipamos que probablemente hoy, jueves 16, habrá novedades positivas sobre las pruebas en humanos de la vacuna de la Universidad de Oxford y la compañía AstraZeneca.