El «Pascha», el prostíbulo más grande de Europa, ubicado en la ciudad alemana de Colonia, se vio obligado a declararse en quiebra esta semana tras cinco meses sin actividad debido a la prohibición del ejercicio de la prostitución como consecuencia del coronavirus.
«En cierta manera es inimaginable, pero tuve que presentar la solicitud de suspensión de pagos ante el Tribunal Administrativo. Estamos acabados», confirmó el gerente, Armin Lobscheid, en declaraciones al diario local Express.
El «Pascha», en el que trabajaban 120 prostitutas, se quedó sin reservas para afrontar los gastos del edificio de diez plantas y pagar a sus 60 empleados, entre operarios, cocineros, peluqueros, electricistas, masajistas, personal de limpieza y de seguridad.
Lobscheid criticó a las autoridades por la falta de claridad respecto a una posible reactivación de la actividad.