La ventaja de estas pruebas es que no requieren ningún equipamiento especial, tanto para el procesamiento de las muestras, como para la evaluación y lectura de sus resultados.
Los tests de antígenos -como todo test serológico- carecen de la exactitud de los PCR y sus muchas variantes. Los PCR detectan directamente los genes virales, tras «amplificarlos» cuantitativamente hasta que resulta imposible no detectarlos, sea cual sea su cantidad inicial, si la hay. Por ello, si hay virus, dan positivos con una certeza mayor del 98% o más, y sus negativos son igualmente fidedignos.
En cambio los tests de antígenos detectan antígenos, es decir proteínas ajenas, por lo tanto invasoras. Estas pueden ser las que forman la cápside viral, o las enzimas y proteínas estructurales que el genoma viral «manda a fabricar» en las células que usurpó en diversos tejidos.
Que la detección de antígenos se logre depende bastante de la cantidad de estos en el plasma sanguíneo: si es muy baja, como en una infección inicial totalmente «subclínica», o como sucede cuando el virus ha sido liquidado por el sistema inmune, es posible que un test de antígenos indique un falso negativo. Sin aspirar entonces a la exactitud de los PCR, los tests de antígenos son una opción de menor costo y sensibilidad aceptable para la detección DIRECTA del virus.
Ésta es una diferencia con los otros tests serológicos mucho más difundidos, los que detectan anticuerpos. Como proteínas reactivas antivirales, los anticuerpos no se forman inmediatamente. En el caso del virus SARS CoV-2, hay un primer pico de reacción de anticuerpos relativamente inespecíficos de tipo IgM antes de cumplida la semana de la infección inicial, y un segundo pico de anticuerpos mucho más específicos, tipo IgG, pasados 10 a 15 días.
Según el test de anticuerpos detecte IgM, IgG o ambos tipos, el problema de la reacción tardía crea un «período de ventana inmunológica» en que el infectado puede estar atiborrado de virus, contagiando a diestra y siniestra, y sin embargo salir negativo en un test de anticuerpos, pero no así en uno de antígenos.
Pero los tests de antígenos tienen la ventaja de cualquier otro test serológico: el despliegue inmediato y a bajo costo en el teatro de acontecimientos, sin aparatos caros o personal experto en laboratorios centralizados. Para el que se testea no es lo mismo resultados a los varios días que a los pocos minutos, y tampoco para las autoridades. Bienvenida esta nueva herramienta de salud pública. Pocos países tienen de diseño y fabricación propia. Y no podría llegar más a tiempo.
En lo que constituye una nueva etapa de la estrategia territorial de respuesta a la pandemia de COVID-19, el titular de la cartera sanitaria nacional, Ginés González García, presentó las pruebas de antígenos para SARS-CoV-2 que permitirán obtener un resultado entre 15 a 20 minutos en personas que presenten síntomas compatibles a la enfermedad COVID-19.
“Lo que presentamos es la aplicación de una innovación para acelerar y mejorar la potencialidad del operativo DETeCTAr, que consiste en salir a buscar a los presuntos enfermos con el fin de identificarlos rápidamente para, primero que nada, tratarlos y por sobre todo interrumpir la cadena de contagios”, dijo González García durante la presentación que se realizó durante los operativos del DETeCTAr que se están realizando en las localidades bonaerenses de Florencio Varela y Quilmes.
Según el ministro, con esta tecnología aplicada a los operativos “el resultado está en el momento, de manera tal que la persona que da positivo comienza con el aislamiento. Así, se favorece la detección precoz y el aislamiento”, a la vez que contribuirá a aliviar la tarea de los laboratorios de biología molecular de las diferentes jurisdicciones del país.
González García aseguró que las acciones de búsqueda de casos activos se volverán más masivas, en especial en las jurisdicciones con mayor número de casos.
Las pruebas de antígenos para SARS-CoV-2, de las cuales en principio el Ministerio de Salud de la Nación adquirirá quinientos mil (500.000) tests, permiten la detección específica de ciertas proteínas virales en muestras obtenidas a través de hisopados nasofaríngeos.
Facilitan el acceso al diagnóstico virológico sin necesidad de equipamiento de alta complejidad.
“Lo que estamos haciendo es aplicar por primera vez en Argentina una tecnología de última generación que mundialmente se empezó a utilizar hace 20-25 días”, destacó el ministro.
Por todas estas características, las pruebas de antígenos son ideales para ser utilizadas en abordajes de Puntos de Atención para la evaluación sistemática y simultánea de un gran número de individuos, permitiendo, mayor celeridad en los testeos.
En el país, actualmente hay aproximadamente seis tests de antígenos cuyo uso ha sido autorizado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) cuya sensibilidad oscila entre el 85 y el 95 por ciento, dependiendo de la tecnología utilizada para su desarrollo, y su especificidad entre el 94 y el 100 por ciento.
El ministro @ginesggarcia presentó el test de antígenos para la detección de COVID-19
Esta tecnología posibilita obtener resultados en forma más rápida y permite intensificar los rastreos en todo el país.
+ info: t.co/mPqrj35zrt#ArgentinaUnida pic.twitter.com/uRfE1IsSUi
— Ministerio de Salud de la Nación (@msalnacion) September 23, 2020