Cuando comenzó a escalar la pandemia, en la primera etapa de cuarentena –abril a junio de este año– más de 3,6 millones de trabajadores por cuenta propia, en relación de dependencia -en su gran mayoría informales- y pequeños productores y comerciantes que tenían empleo, lo perdieron o no pudieron trabajar en el segundo trimestre de este año, durante el período de mayores restricciones a la actividad.
Por las mismas razones, la subocupación – gente que trabaja pocas horas, en su mayoría informales– bajó del 11,7% al 9,6% debido a la fuerte pérdida de puestos de trabajo, en especial entre los que no están registrados.
El INDEC precisó que dentro de los 16 millones de ocupados “se verificó un aumento en la proporción de «ocupados ausentes». Se trata de las las personas que no pudieron concurrir por suspensiones, por otras causas laborales o por licencias.
Habrá que esperar las próximas mediciones para saber cuántas de esas pérdidas de puestos de trabajo podrán haberse recuperado con las distintas reaperturas de la actividad.