Ayer sábado a las 23.30 hs., en simultáneo en los canales de cable de alcance nacional Crónica TV y C5N y una multitud de canales locales, se estrenó la película documental Vicentin: de gran empresa a gran estafa.
Este documental tuvo su origen en una idea de Enrique “Pepe” Albistur y resultó en una coproducción con Renato Miari, con guion e investigación de Julio Fernández Baraibar. Fue dirigido por Joaquín Polo, que trabajó en conjunto con Equipos de Difusión y con Instrumedia, los reconocidos sellos de Pepe y de Renato respectivamente.
Y ya se puede decir que su impacto ha sido importante, medido por la repercusión em las redes sociales. En general favorable, entre aquellos que miran con simpatía al actual gobierno y/o con antipatía a su oposición.
Por otro lado, las críticas -que han sido vehementes, en el estilo de Twitter- hacen hincapié en la ineficacia del gobierno para imponer la intervención de Vicentin o en su autoritarismo al tratar de hacerlo. Es decir, no versaron sobre el documental, ni cuestionaron su planteo.
Desde el enfoque de la comunicación política, cabe felicitar a sus autores porque la han introducido entre nosotros en la era del streaming. Aunque en Argentina la producción audiovisual no tiene que envidiar en creatividad a ningún país, y en documentales y películas hay antecedentes de gran valor como los del recientemente fallecido Pino Solanas (que aparece en este documental), en los últimos años -justamente los del auge del streaming– teníamos pocos ejemplos.