Nuevamente aprovechamos la capacidad de síntesis de Daniel Feierstein @DanielFeiers, que volcó estas útiles recomendaciones en las redes sociales. Felices fiestas.
1) Se acercan las fiestas y el COVID sigue activo. Dado que la incidencia del contagio depende de muchas variables, abro hilo para tomar algunas en cuenta al decidir cómo vamos a pasarlas, buscando minimizar los riesgos.
2) El COVID se contagia fundamentalmente al compartir tiempo prolongado en lugares cerrados con alguien infectado, sea que tenga síntomas o no. Por lo tanto una recomendación fundamental es que las reuniones sean preferentemente en lugares abiertos.
3) El tiempo de exposición también incide. Si esta vez pasamos un ratito a saludar y nos vamos, el riesgo será muy inferior al de quedarnos compartiendo horas en el mismo lugar, dato para tomar en cuenta. Puede alcanzar este año, con la promesa de recuperarlo el próximo.
4) Vale agregar también la oportuna recomendación de @Kicillofok: autoaislarse por 10 días previos si vamos a ver a una persona de riesgo (mayor de 60 años o con problemas cardíacos o respiratorios). Si no lo hiciste para el 24, mejor autoaislarse y reprogramarla para el 31.
5) Autoaislarse significa no participar de otras reuniones y no exponerse a ningún lugar cerrado con otras personas 10 días antes, como modo de minimizar la posibilidad de estar infectado y así evitar contagiar a una persona con mayor riesgo de cursar un cuadro severo.
6) El número de participantes también es importante. Los casos activos en estos días (tanto a nivel nacional como en CABA) son aprox. el 2% de la población (contagiados estimados en base a los efectivamente identificados, que se estima en proporción de 1 a 8 para el país).
7) Con la ayuda de @WillyDuran65 (me pasó una formulita) calculé la probabilidad de que haya una persona que contagie en una reunión estos días, según el número de participantes de la misma. Resulta útil ver esos números a la hora de decidir cómo organizarnos.
8) En una reunión de 5 personas ese porcentaje es del 10%, en una de 10 personas del 19%, con 15 pasamos al 27%, con 20 al 33% y con 30 al 45%. Queda muy claro que cuantas menos personas baja significativamente la chance de contagio en la reunión.
9) Es importante manejar estos números, ya que uno nunca piensa que el contagiado es uno y el carácter asintomático lleva a no darnos cuenta de que podemos estar contagiando. Por supuesto que si tenes cualquier síntoma, quedate aislado en casa para cuidar a tus seres queridos.
10) Tomemos en cuenta que, de circular por varias reuniones, corremos el riesgo de potenciar a todos sus asistentes, sobre todo si nos quedamos un rato largo en cada una. No sería la mejor opción, elijamos una sola reunión esta vez. Y no nos quedemos tanto.
11) Aunque la peor opción (bastante común en la época) sería hacer 5 o 6 reuniones distintas entre el 20 y el 31, todas con mucha gente. Ello implicaría q los contagiados de una tengan el tiempo suficiente para permitir q el virus evolucione y contagiar en las siguientes.
12) Hemos vivido un año muy duro y todos queremos relajarnos. Pero el COVID sigue ahí y la vacunación llevará meses. Por eso es importante planificar las fiestas graduando y minimizando riesgos. Ojalá terminemos 2021 vacunados y recuperando el tiempo y los afectos perdidos.
13) Todo aporte en la ecuación de este fin de año puede hacer una diferencia: número de personas, duración, frecuencia, circulación, autoaislamiento previo, aire libre, uso de barbijo (difícil, pero hace también una diferencia importante).
14) La disputa de fondo en esta pandemia ha pasado todo el año por aceptar la necesidad de cuidarnos y cuidar a los demás o creer que podemos seguir viviendo como si el COVID no existiera.
15) Mañana sale nota en @elcoheteluna sobre la derrota social que hemos sufrido en cuanto a esta posibilidad del cuidado y la necesidad del principio precautorio. Creo necesario hacer un balance crítico de esta derrota como condición para revertirla.
16) Hagamos un esfuerzo más en estas fiestas e intentemos no sucumbir al individualismo del «no me importa nada» y del «sálvese quien pueda» que anidan en la negación, porque esas son las recetas perfectas para q tienda a primar lo peor de nosotros mismos.