Los exámenes y los expedientes de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, que solían ser oscuros análisis técnicos, que seguían con atención solamente las empresas involucradas, hoy son tema en los medios masivos.
No es de extrañar entonces que el periodista Diego Cabot dijera hace dos días que el Gobierno está a punto de anunciar, antes de fin de año, que la ANMAT aprobará, en modo emergencia, la vacuna que elaboraron el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford.
Esta es la vacuna cuyo suero ya está produciendo en nuestro país mAbxience, una de las empresas del Grupo Insud, de Hugo Sigman.
El gobierno nacional ya firmó hace tiempo un acuerdo con AstraZeneca y según lo que se informó, se negoció la entrega de 22 millones de vacunas, es decir, para once millones de argentinos. Y la nota afirma que desde el Banco Nación ya se hizo un adelanto de once millones de dólares para asegurarse el stock.
Más allá de la aprobación, nada será inmediato. Si bien Sigman ya produce en sus plantas la vacuna, el acuerdo con el laboratorio inglés solo reservó para su par argentino la elaboración del activo en el país. El resto se completará en México. Por eso es que en el laboratorio insisten en que entre febrero y marzo recién estará disponible en territorio argentino para iniciar la vacunación masiva.
La aprobación de la Anmat sería la primera en América Latina. Pero como ya se señaló aquí, el ministro de Sanidad de Gran Bretaña anunció que en pocos días será autorizada por el organismo regulador británico.
Fuentes de la empresa aclaran que ni AstraZeneca ni Insud participarán de ningún convenio con vacunatorios privados. El único cliente será el Estado.