El estudio es sobre un grupo limitado. Pero decisivo: según datos del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, se registró una disminución de un 69% % en la cantidad promedio de casos semanales entre el personal sanitario durante este mes de marzo en comparación con enero.
En ese grupo, claramente de riesgo, se pasó de 407 casos promedio por semana a 127, el 31% de lo que venía siendo habitual. El mismo estudio explica que mientras en septiembre de 2020 el equipo de salud representaba al 4,4 por ciento del total de infectados, este mes abarcó sólo el 0,6 por ciento de las personas que contrajeron el virus.
Otro dato que aporta el informe es que mientras las infecciones por coronavirus en la población general aumentaron un 8 % entre febrero y marzo, las correspondientes al personal de salud bajaron un 30 % en ese periodo. Las curvas de contagio se desacoplaron y van en direcciones opuestas, y la del personal de salud es la que baja en picada.
En la provincia ya se vacunó con primeras dosis a más de 300 mil trabajadores sanitarios inscritos en el plan Buenos Aires Vacunate. El estudio advierte que es temprano para obtener estadísticas robustas, pero resulta inescapable suponer que la caída se debe a esas primeras dosis aplicadas.
Al fin una buena.