Son declaraciones del presidente del Instituto Nacional del Agua, Juan Carlos Bertoni, que se refirió a algunas de las problemáticas de Argentina hoy: la desertificación, la pérdida de nutrientes de la tierra, agroquímicos, la expansión de la frontera agropecuaria y la bajante del río Paraná.
Bertoni, quien es ingeniero en recursos hídricos por la Universidad del Litoral y doctorando en recursos hídricos en Francia, se refirió a la realidad general del país, que hoy día tiene dos tercios de tierras consideradas áridas o semi-áridas.
«No se vivía una bajante del Paraná hace más de 50 años», dijo Bertoni, en referencia a la bajante histórica del río que hoy impacta a la navegación de buques, incluso, y al acceso a Rosario, uno de los principales puertos exportadores de la Argentina.
«Este año vamos a tener una situación más compleja, con un impacto en la navegación muy importante con una limitación en el calado de los buques, fundamentalmente en el sector oceánico», dijo Bertoni, y agregó que «la bajante que ocurre en el río Paraná tiene que ver con un déficit de precipitaciones en una gran región como es la cuenca del Plata, no tiene que ver con operación de compuertas de represas de Brasil».
«Desde la gestión pública nos preparamos para una situación crítica», dijo Bertoni, y asoció el fenómeno de las precipitaciones «con el cambio en el uso del suelo», y manifestó que «estábamos acostumbrados a grandes cantidades de precipitaciones, por lo que no tenemos preparados hoy los planes de contingencia para afrontarlo».
«Los incendios los tocamos porque tienen afectación hidrológica, por la falta de cobertura vegetal», explicó Bertoni sobre los incendios producidos en 2020 en 14 provincias del país, y sostuvo que «las primeras lluvias, arrastran las cenizas y lo depositan en los cursos de agua o en los embalses, y si son pequeños los embalses la afectación en la calidad del agua es tremendamente importante, y hay un impacto económico para el tratamiento del agua».
«Hubo localidades en Córdoba que tuvieron que suspender el servicio del agua», dijo Bertoni, y sostuvo que «el 90% de los incendios son causados por el hombre».
El agua potable, en pandemia
El INA pertenece al Ministerio de Obras Públicas de la Nación y posee uno de los laboratorios de hidráulica más importantes de América Latina, donde se realizaron simulaciones físicas y computacionales, como por ejemplo el estudio del Canal de Panamá.
El Instituto Nacional del Agua posee, además, cuatro centros: uno en Santa Fe, uno en Córdoba, uno en Mendoza y otro en la provincia de San Juan y trabaja, además, con el sector privado con las empresas constructoras de grandes represas hidroeléctricas.
«Originalmente había muchos ingenieros en el INA pero hoy es un crisol de especialidades, pero en general se tiene profesionales con gran nivel de capacitación en doctorado y másters», sostuvo Bertoni, sobre el organismo en el que trabajan trescientas personas.
«En pandemia una de las cuestiones más importantes es la disponibilidad de agua potable», dijo Bertoni al referirse a la seguridad hídrica en situaciones de contingencia sanitaria, como la actual, y agregó que para ello hay que hablar del manejo de las cuencas hidrográficas, de contar con volumen y cantidades de agua, y para eso hay que controlar el buen manejo de agua en las zonas urbanas, en las zonas rurales, de las sequías, las inundaciones y los planes de contingencia».
Por último, Bertoni aseguró que «América Latina ha hecho grandes avances en materia de agua potable y seguridad hídrica».
La propuesta de trabajo con la CONAE
El INA se encuentra en proceso de trazar un acuerdo con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) para el control de los cursos de agua, a través de imágenes de los satélites SAOCOM. Bertoni se refirió a la relación con otros organismos e instituciones, y sostuvo que «la relación entre los organismos de ciencia y técnica están en un momento óptimo».
Bertoni aseguró que «hay un apoyo muy fuerte al trabajo interinstitucional desde el Ministerio de Ciencia a los 16 organismos de ciencia y tecnología del país» y particularizó en la relación con ACUMAR, el organismo encargado del control y el saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo: «El INA trabaja en la temática del Matanza-Riachuelo y en la calidad del agua allí».
El presidente del INA habló del acuerdo con la CONAE y explicó que el organismo tiene un trabajo previsto combinando imágenes satelitales con la aparición de floraciones algales en cuerpos de agua de la Argentina. «Esto tiene que ver con la seguridad hídrica porque las floraciones algales tienen que ver con las cianobacterias».
«Le estamos haciendo una propuesta a la CONAE para ligar las imágenes del SAOCOM, para detectar problemáticas de distintos cuerpos de agua, y con el tiempo prever las problemáticas que se generan en esos cuerpos de agua para abastecimiento, y eso tiene que ver, también, con la seguridad hídrica», dijo Bertoni.
Argentina, un país árido en dos tercios de su territorio
Bertoni habló de la situación que atraviesa el país, en el cual dos tercios de su territorio están considerados tierras áridas o semiáridas. «Cuando se piensa en la Argentina se piensa en la pampa húmeda pero somos el país latinoamericano con más áreas áridas y semiáridas en su territorio, inclusive mucho más que Chile, que tiene Atacama», dijo Bertoni.
Por último el presidente del INA se refirió al impacto ambiental en el uso del agua que existe en la actividad agropecuaria, con el uso de agroquímicos, por ejemplo. «Hoy en día es inconcebible que en un país agroexportador un Instituto Nacional del Agua no se relacione con el INTA y con la problemática de la producción, la huella hídrica y la economía circular», dijo Bertoni, quien explicó que «en el futuro la huella hídrica de cada producto va a ser importante en el futuro para la exportación de nuestros productos, Europa va a analizar la huella hídrica de nuestros productos antes de comprarnos para estudiar el uso óptimo del agua».