Boris Johnson anunció que con la variante «india» del virus los casos estaban creciendo a un 64% semanal y “en las zonas más afectadas” está duplicándose. La fecha de salida de las restricciones vigentes se posterga hasta el 19 de julio.
La variante Delta, detectada por primera vez en la India, obligó al gobierno británico a suspender la salida completa del confinamiento planificada para el 21 de junio. El primer ministro le pidió al pueblo “un último esfuerzo” al anunciar que la fecha, bautizada “freedom day”, se aplazaría por cuatro semanas.
“Estamos viendo que no podemos simplemente eliminar el covid. Tenemos que aprender a convivir con él. Diariamente estamos más protegidos por las vacunas que reducen la transmisión y nos dan un alto nivel de protección ante el peligro de enfermedades graves y muerte. Pero todavía hay millones de jóvenes que no fueron vacunados y muchos ancianos y vulnerables que pueden sucumbir ante el virus”, explicó Johnson. “Es lógico esperar un poco. Para el 19 de julio las dos terceras partes de la población adulta tendrá las dos dosis”.
El plan gubernamental busca completar el proceso de vacunación del grupo de entre 40 y 50 años y tener una dosis para todos los adultos de 18 años para arriba. Pero en esta carrera entre las vacunas y la variante Delta, el gobierno dejó en claro que no basta con el programa de vacunación: es necesario dosificar la interacción social, postergar el anheladísimo regreso a una elusiva normalidad.
El primer ministro solo anunció dos excepciones para este freno a la reapertura social completa: las bodas y los velorios. “Las bodas estarán autorizadas con más de 30 personas siempre que respeten la distancia social”, dijo Johnson. Hay unas 50 mil bodas que fueron postergadas desde el comienzo de la pandemia, en algunos casos, más de una vez. La espera estaría tocando su fin. La apelación a la distancia social para cualquiera que haya visto «Cuatro bodas y un funeral» suena a una fantasiosa expresión de deseos.
Los números de la estrategia
La nueva variante Delta, que constituye hoy el 96% de los nuevos casos, es un 60% más contagiosa que la Alpha, más conocida globalmente como la cepa «británica», dominante durante la tercera ola este invierno.
Entre el 2 y el 7 de junio se registraron en Gran Bretaña 37.729 contagios, un promedio de alrededor de 5.400 casos diarios. Este lunes, según la Public Health England, había subido a 7.742 casos, la cifra más alta de contagios en un día desde febrero.
En este momento más de 41 millones de una población total de 67 millones han recibido la primera dosis, aproximadamente el 62% de la población británica: de este porcentaje más del 44% tuvo las dos inoculaciones. Es decir que quedan más de 20 millones que tienen que completar su proceso de inoculación, a lo que se suman unos 10 millones más, del grupo de 40 a 20 años, que no han sido vacunados.
Los científicos calculan que la vacuna aplicada da un 33% de protección con una sola dosis y un 80% con ambas dosis. En teoría cuatro semanas más con las actuales medidas de restricción social, permitirían completar el proceso de vacunación con una amplia franja de la población e iniciarlo con otras 10 millones de personas esperando reforzar la defensa colectiva contra esta nueva amenaza que se identificó por primera vez en India y se ha detectado ya en 74 países.