La presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Adriana Serquis, se refirió en una entrevista radial a la Ley de Actividades Nucleares del año 1997. Planteó que dicha ley habilita al organismo para el control nacional sobre el litio, por tratarse de un material fusionable, que se utiliza en varios países en actividades nucleares. También habló sobre la responsabilidad de la CNEA en el tema del litio, Y-Ted, el acuerdo con China, y la tecnología CANDU.
Esa ley permite que el Estado Nacional «recupere» la soberanía política sobre el litio, a través de la Comisión Nacional de Energía Atómica, y le da un argumento de peso a los legisladores y legisladoras que están buscando declarar «estratégico» al mineral. (AgendAR publicó el mes pasado un artículo del investigador Federico Nacif, que sostenía «La Ley de Actividades Nucleares le da a la CNEA jurisdicción nacional sobre el litio»).
Hoy la administración «de hecho» del litio le corresponde a las provincias, también por ley, puesto que la Constitución Nacional definió, con la Ley 24.309, una serie de modificaciones sobre distintos aspectos del federalismo imperante en nuestro país.
Dijo la Dra. Serquis: «La ley de Actividades Nucleares es mas general que el tema litio, porque tiene que ver con minerales estratégicos relacionados con el área, particularmente el uranio; junto con eso viene asociado el tema del litio. Ahora, el trabajo de la CNEA en el tema litio no viene de esta ley sino del trabajo de grupos de investigación que los hay desde hace muchos años, trabajando en coordinación con otros grupos de otros lugares y otras instituciones».
Serquis además aseguró que «institucionalmente la CNEA tiene el deber de articular con quienes ya están trabajando en el tema como el instituto del Litio. Más allá de lo que diga la ley es necesario potenciar el tema en un trabajo articulado».
La ley de Actividades Nucleares fue la que hizo ingresar a la Argentina en el tratado de no proliferación de armas nucleares y es la que, a nivel internacional, regula la producción de materiales para energía atómica, que en el mundo es considerada «delicada, estratégica, crítica y peligrosa, y es po lo que es necesario regularlo y no dejarlo al libre mercado.
«Nos interesa el desarrollo argentino en general, así que si tenemos esa posibilidad lo vamos a tratar de hacer», dijo la física e investigadora, quien integró como suplente, el directorio de Y-TEC, la empresa de YPF que hace dos semanas anunció la creación de YPF Litio, y que se está introduciendo fuerte en la mesa de discusión del control sobre el mineral (algo que no es bien visto por las provincias del Noroeste Argentino). (También en junio se habló de este tema: «En Neuquén lo dan por hecho: nace YPF Litio»).
«Tenemos una muy buena relación con la gestión actual de Y-TEC, hay un convenio previo en investigación y desarrollo, pero hoy están jugando un papel muy importante en pasar de la escala de laboratorio a la escala piloto en el caso de las baterías de litio y en el caso del Hidrógeno están avanzando en un proyecto con varias empresas. Pensar en colaborar, más que en competir, es la idea», añadió Serquis.
El acuerdo con China y el proyecto CANDU
Nucleoeléctrica Argentina (NASA) es la institución designada por el Poder Ejecutivo y por la Secretaría de Energía para tratar el posible contrato con China por las centrales nucleares de Atucha III y IV, y es la Secretaría de Energía la que toma las decisiones desde el punto de vista nacional. La CNEA es quien tiene por ley la misión de asesorar al Ejecutivo en materia nuclear.
Es más, la Comisión Nacional de Energía Atómica participa del directorio de N.A.S.A, puesto que tiene un 20% de las acciones de la empresa tecnológica.
En el plan de acción definido por el nuevo directorio de N.A.S.A, hoy a cargo de José Luis Antúnez, la empresa incluyó el proyecto de una central de tecnología tipo CANDU (en la que Argentina tiene know how científico y tecnológico) para los futuros acuerdos con China.
Así, la Asamblea General Ordinaria de Accionistas reabrió el debate al interior de la CNEA, entre quienes apuestan a una próxima central nuclear incluya un proyecto de realización nacional, y quienes lo hacen por un tipo de tecnología «llave en mano», bajo el esquema de una central Hualong, de tecnología china.
La empresa reflotó el proyecto de 2015 de una cuarta central Hualong y una quinta con tecnología CANDU. El proyecto de 2015 estipulaba la construcción de una cuarta central nuclear con tecnología CANDU (tecnología que el país maneja y controla) y una quinta de tipo Hualong.
El nuevo plan de obras cambia el orden de los proyectos pero mantiene, luego de haber sido suspendido durante los años de gestión del macrismo, una central de tipo CANDU en el horizonte tecnológico del sector nuclear.
Serquis se refirió a ello, y sostuvo que «están avanzadas las negociaciones con China por una cuarta central de potencia, con uranio enriquecido (Hualong), que no es la tecnología que se maneja en Argentina hace mucho tiempo, porque nosotros tenemos mucho más solvencia en la tecnología de uranio natural, y aún así en el nuevo plan de acción, se estableció que se va a tratar de relanzar y poner sobre la mesa la posibilidad de empezar a trabajar sobre una central tipo CANDU, con la idea de colaborar al desarrollo de la industria nacional».
«En particular, si bien la decisión y las tratativas le corresponden al gobierno nacional en conjunto con Nucleoeléctrica Argentina, a nosotros nos interesa muchísimo participar incluso del contrato con Hualong relacionado con el desarrollo de combustibles», dijo Serquis, y afirmó que «no nos sentimos ajenos, la CNEA tiene el deber de articular».