El gobierno aspira a financiar «software para la producción». Pero hace falta un nuevo enfoque

Con un fondo de casi 100 millones de pesos, el Ministerio de Ciencia y la Fundación Sadosky buscan ayudar a vincular pymes y empresas locales que tengan demandas en software y servicios informáticos, con equipos de investigación del sistema nacional de ciencia y tecnología.

Una de las principales dificultades que atraviesa el sector de software en la Argentina es la competencia de sueldos en moneda extranjera. Los incentivos en dólares que las empresas de otros países les ofrecen a programadores, desarrolladores y profesionales, en especial a los más jóvenes, hacen que a las empresas locales les cueste ofrecer propuestas atractivas y retener a sus empleados.

Entre enero de 2020 y julio de 2021, por ejemplo, el salario del sector, medido en dólares, creció un 30%. Por el contrario, el aumento salarial en pesos apenas superaría el 20% entre julio de 2021 y lo proyectado a enero de este 2022, tal como lo estimaba el último relevamiento (de noviembre de 2021) elaborado por la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), a través del Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos (OPSSI).

Ante esta situación y, para promover el desarrollo de innovaciones de software y servicios informáticos que respondan a las necesidades locales de las empresas argentinas, la Fundación Sadosky destinará casi $ 100 millones a una convocatoria que busca unir la oferta científica con la demanda empresarial, con financiamiento del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCYT).

“A diferencia de otras convocatorias anteriores, en las que la colaboración buscaba que el equipo de investigación generara algo similar a un «paper» para que la empresa pudiera desarrollarlo, ahora se busca que el equipo de investigadores trabaje de manera ensamblada durante todo el proyecto, y que sea un ida y vuelta fluido que permita ir tomando decisiones tecnológicas a medida que el proyecto avanza”, dijo Fernando Schapachnik, director ejecutivo de la Fundación Sadosky.

Para participar, las empresas pueden presentan sus demandas o requerimientos de software o tecnologías de la información y la comunicación,  cuya solución requiera el apoyo del sector científico. Se espera que sean innovaciones que contribuyan a aumentar la productividad, a desarrollar algún producto, proceso o servicio, a generar una exportación o sustituir una importación.

Se priorizarán sectores estratégicos: salud, industria satelital, bioeconomía, transición energética y software y servicios informáticos

y se valorarán ciertas características puntuales de los proyectos, como la composición paritaria de género en los equipos.

Las postulaciones podrían ser, por ejemplo, por parte de una empresa que quiere desarrollar la versión local de un componente que involucra a todos sus productos y que actualmente paga en moneda extranjera. También para la búsqueda de algoritmos de procesos de reconocimiento de imágenes, mecanismos de detección de fraude en servicios digitales o mejora de modelos de predicción en base a técnicas y herramientas de inteligencia artificial.

El único requisito es que la empresa designe tres desarrolladores o desarrolladoras para trabajar en este proyecto de I+D, ya que en estos desafíos generalmente hay una parte a cargo del equipo de científicos y científicas, y otra parte que hace una empresa de software”, explicó Schapachnik, y destacó que lo que se busca es que el resultado de esta convocatoria no sea un paper, sino un producto con posibilidades de ser implementado.

“Hay muchos equipos que están preocupados por la transferencia de tecnología y realmente quieren tener impacto y atacar problemas reales. Pero no es tan fácil encontrar desafíos locales, y esta es una convocatoria en la que las empresas argentinas les van a pedir sobre problemas concretos”, sostiene Schapachnik, que es doctor en Ciencias de la Computación e Investigador del Instituto de Ciencias de la Computación UBA-CONICET.

Específicamente, el financiamiento será por un valor de 1,2 millones de pesos para la dirección del proyecto, y de $ 840.000 por investigador.

“La vinculación entre empresas e investigadores es una de las misiones de la Fundación Sadosky desde que su creación”, afirmó Schapachnik, que es parte de esta institución público privada desde el año 2011.

Observaciones de AgendAR:

Este convocatoria está en marcha desde el 21 de febrero, y no queremos prejuzgar sus resultados. Pero estamos convencidos que servirá para avanzar en la necesaria vinculación de las empresas locales con el sistema nacional de ciencia y tecnología.

Lo que no alcanzamos a ver es cómo va a solucionar la competencia de los sueldos en dólares con los que puede pagar la industria informatica nacional un aporte de 100 millones de pesos.

A nuestro entender, el único modo sería el diseño de productos enteros patentables como propiedad, cuya venta origine rentas directas para sus desarrolladores verdaderos, sin diluirse en la contabilidad general de la Nación o de tal o cual universidad.

Este modelo lo viene probando con moderado éxito en otros campos de la tecnología la Fundación Innova-T del CONICET desde 2003.

Pensemos también que los salarios en dólares de las multis de software en Argentina no alcanzan a los escritores jóvenes de líneas aisladas de código, o «sojware», como se le llama ácidamente a esta actividad proletaria en el gremio informático.

VIAAgencia TSS / Unsam