La inflación se aceleró a 4,7% en el pasado mes de febrero, su mayor nivel desde marzo de 2021, según informó esta tarde el INDEC. La suba del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue impulsado, otra vez, por grandes aumentos en alimentos: en los últimos 12 meses aubió un 52,3%.
Los aumentos en Alimentos y bebidas, el rubro de mayor incidencia en el IPC, marcaron un récord histórico de 7,5%, 2,6 puntos porcentuales por encima del aumento del mes anterior.
En nuestra opinión, la discusión de las últimas semanas sobre el acuerdo con el F.M.I. y su negociación en los últimos dos años, pueden haber sido necesarias. Pero no son relevantes al problema más urgente que tenemos en Argentina. Porque las medidas esbozadas en ese acuerdo, son poco imaginativas y, sobre todo, no tuvieron éxito en combatir la inflación desde que se aplican, con mayor o menor rigor, desde el primer acuerdo con el Fondo, en 1956.
Por eso repetimos lo que dijimos aquí hace algo más de un mes:
Hoy en nuestro país no hay un factor más irritativo para todas las clases sociales -ni la pobreza, ni la corrupción. Ni que desestimule más la planificación a largo plazo (más allá de 3 meses).
No es un tema creado por los medios. La información se recibe todos los días en el supermercado, o al cargar combustible, o al reemplazar la mercadería. Para ponerlo en términos políticos, si la inflación no baja «no hay 2023». Mejor dicho, habrá un 2023 con malas noticias para el gobierno.
A. B. F.