Me enteré de su muerte a través de twitter. Él habría sonreído y dicho que era natural, porque la mayor parte de nuestra amistad se expresó a través de tuits y retuits.
Fue publicitario. Creativo. Diseñador y constructor de marcas. Uno de los más talentosos entre los nuestros, pero, más importante, fue un gran tipo. Uno que disfrutaba de la vida y de la amistad. Aquí queremos recordarlo no con uno de los avisos que diseñó, aunque eran brillantes. Con una clase abierta que dio sobre tipografía. Una materia muy precisa, limitada, pensarán algunos, y Osky muestra como es una herramienta para transmitir emociones.