Ayer, lunes 27 de junio, luego de que el Banco Central endureciera las restricciones cambiarias a las importaciones para frenar la sangría de las reservas, el dólar «blue» superó por primera vez los $ 230 en la mayoría de las «cuevas» del microcentro porteño y en las capitales provinciales.
Como reacción a la medida del BCRA, el dólar paralelo saltó $ 6 y alcanzó los inéditos $ 232. Así, la brecha cambiaria con el tipo de cambio oficial mayorista llegó al 86%, lo que representa el mayor nivel en tres meses y medio.
Si decimos que es un «síntoma superficial», es porque este precio del dólar billete no tiene hoy ninguna relación con los valores de los productos disponibles en nuestro país, ni con los balances de las empresas locales.
Pero, en la experiencia de nuestros ciudadanos hay un hecho repetido desde hace décadas: el valor del dólar que hoy parece altísimo y hasta absurdo, con el correr del tiempo se naturaliza. El problema es la desvalorización del peso.
Abajo puede verse un cuadro de la inflación en nuestro país en cada uno de los últimos 20 años. Como en toda elaboración estadística, hay elementos arbitrarios. Pero las conclusiones son ciertas.
Un análisis un poco más extenso, también de este editor, puede encontrarse aquí. Y aprovecho para contestar algunas obsevaciones que me hicieron llegar los lectores: el dólar oficial, sólo está barato en relación al «blue», al precio que está dispuesto a pagar el especulador o el ahorrista asustado. Porque saben que si la inflación continua, es inevitable que cualquier precio parezca «barato».
A. B. F.