La agencia nuclear de las Naciones Unidas, encabezada por el argentino Rafael Grossi, considera «insostenible» la situación en la planta nuclear de Zaporizhia, ocupada por las tropas rusas, por lo que exigió la creación de una «zona de seguridad» para evitar un posible desastre radioactivo.
Tras la visita de sus expertos, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) concluyó en un informe que todos los pilares de seguridad en la planta nuclear ucraniana de Zaporizhia se han visto comprometidos, por lo que pidió acciones inmediatas para salvaguardar la central y evitar riesgos mayores, como un eventual desastre nuclear.
«Esto requiere un acuerdo de todas las partes», resalta el informe del organismo que tras varios intentos logró acceder a la planta para verificar el real estado de la enorme estructura, que ha sido blanco de ataques desde hace meses en el marco de la invasión de Rusia a Ucrania.
Moscú y Kiev se han acusado mutuamente de atacar con intensos bombardeos la planta, ocupada por Rusia, y desconectada de la red ucraniana en varias ocasiones, la última desde este lunes a la tarde.
Las confrontaciones de ambas partes en torno a la planta han generado alarma entre la población y en la comunidad internacional, ante el riesgo de un desastre nuclear.
Respecto de la posibilidad de un accidente serio, de nivel INES 7 (International Nuclear and Radiological Event Scale) en Zaporizhia, el 8 de agosto en AgendAR publicamos un meduloso artículo de Al Jazzeera, que analiza quizás todas las posibles consecuencias de tal catástrofe (ver aquí). El trabajo del OIEA y de su director, nuestro Rafael Grossi, quien ha pedido la retirada de militares de los bandos en pugna de toda la extensa planta hasta su perímetro externo, es impecable y necesario.
Al final del mismo también dimos nuestro punto de vista: por la ingeniería de esas seis plantas nucleares y de sus píletones de combustibles, e incluso por lo que sería la afectación tanto de Rusia como de Ucrania en caso de un accidente en los números más altos de la escala INES (el 6 y el 7, que suponen contaminación radiológica fuera de la planta), creemos que ese tipo de problema es técnicamente muy improbable, aunque sin duda a al Jazzeera le ha servido para vender su nota por medio Occidente.
Pero improbable no significa imposible.