La agencia atómica rusa, Rosatom, anunció este viernes que construirá su primer pequeño reactor nuclear (SMR por sus siglas en inglés) con emplazamiento terrestre en la región de Yakutia, en el Lejano Oriente ruso, con el objetivo de ponerlo en funcionamiento en 2028.
Rosatom informó de que su subsidiaria, Rosenergoatom, recibió la licencia para construir la planta atómica en el distrito de Ust-Yanski, bañado por el mar de Láptev (Océano Glacial Ártico), señala el comunicado.
La planta, que permitirá generar energía a precios mucho más baratos que el carbón, incluirá un reactor nuclear de agua RITM-200 con 55 megavatios de potencia.
Esos reactores han demostrado ya su fiabilidad en las duras condiciones climatológicas del Ártico ruso a bordo de los modernos rompehielos, precisa la nota.
Antes, en grandes buques rompehielos
Destaca que dichos reactores son de construcción modular, a lo que hay que sumar los cortos plazos de instalación, comparado con las centrales de gran potencia.
“La decisión del regulador ruso es significativa para la industria nuclear. (…) confirma una vez más el indudable liderazgo de la tecnología nuclear rusa”, dijo Alexéi Lijachev, director general de Rosatom.
Las obras preliminares ya han comenzado en el lugar, adonde se han trasladado más de 2.000 toneladas de material de construcción, agregó.
El primer reactor de pequeña potencia se instaló en la central eléctrica nuclear flotante “Académico Lomonósov”, que comenzó a generar energía en mayo de 2020 en el puerto de Pevek (región de Chukotka), cerca del estrecho de Béring.
Organizaciones ecologistas han criticado duramente esos reactores, que consideran altamente peligrosos para el medio ambiente, aunque Rosaton mantiene que dicha planta fue construida a prueba de tsunamis y icebergs.
Comentario AgendAR:
Es un PWR chiquito muy convencional, un motor de submarino «desnavalizado», no un verdadero SMR con predominio de seguridad pasiva. La Rolls Royce, con más de 90 submarinos nucleares fabricados, está haciendo desarrollos parecidos. Y creo que les va a ir bien a ambos, por escala de fabricación y porque la industria nuclear prefiere lo convencional y probado, a condición de que se logre bajar la inversión inicial.
Daniel E. Arias