Después de sufrir durante tres años consecutivos los devastadores efectos de La Niña en los cultivos, con una severa sequía, la llegada del fenómeno El Niño, que suele generar precipitaciones por encima de lo normal, para la campaña gruesa 2023/2024 es motivo de atención y análisis para los productores.
En este contexto, recientemente la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) reveló nuevas actualizaciones que muestran un inesperado cambio en la intensidad del fenómeno en comparación con las proyecciones realizadas hace un mes: lo que antes se esperaba como un Niño fuerte pasó a ser moderado.
“Hace un mes se habían presentado algoritmos que mostraban el efecto de un Niño fuerte sobre las lluvias en la región núcleo. Los resultados mostraban lluvias mensuales de octubre a enero que en general superaban a las medias por un 40 a 60%. Hoy con un Niño moderado, las lluvias mensuales proyectadas para dicho período estarían entre un 30 a 40% por encima de lo normal”, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en un informe.
El consultor Alfredo Elorriaga explicó los motivos que llevaron a esta modificación en las proyecciones: “El océano no ha logrado acoplarse completamente con la atmósfera, lo que ha impedido potenciar la actividad de los vientos encargados del transporte de humedad”. En ese sentido, el reporte de la BCR explicó que el comportamiento de los vientos es otra de las variables que define la intensidad del fenómeno, además de las anomalías de las temperaturas que se miden en el Pacífico Ecuatorial.
El evento El Niño estará presente durante la temporada agrícola. Sin embargo, lo que cambió es la importancia relativa del fenómeno en comparación con otras variables que determinan las lluvias en la región pampeana. “El Niño será una pieza clave para que la Argentina cuente con un mayor aporte de humedad, pero otras variables como los efectos regionales tendrán mayor importancia que hace un mes. O sea, dependeremos más de efectos que no son posibles de cuantificar a largo plazo”, señalaron.
Situación
Las escasas precipitaciones de la última semana no han tenido un impacto notable en el contenido de agua en las áreas trigueras, donde no se han observado recargas importantes.
Respecto a la situación actual, el ultimo informe realizado por la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) detalló que el mapa actual muestra una disminución generalizada de los excesos y reservas hídricas excesivas que se estimaban la semana pasada en zonas de la mitad este de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, en el resto de la provincia, no se detectaron cambios significativos debido a los altos niveles de humedad ambiente durante ese período.
De acuerdo a lo que se desprende del informe en el nordeste de La Pampa se produjo un leve desecamiento, llevando los niveles de almacenamiento de agua de los lotes de trigo en progreso de adecuados a regulares. A pesar de esto, según informantes de estimaciones agrícolas, el estado del cultivo sigue siendo bueno.
En cuanto a Córdoba y Santiago del Estero, predominan condiciones de humedad mayormente regulares, pero existen algunas áreas con reservas hídricas escasas y otras con déficit menor.
Marcelo Manera